Morelia, Michoacán.- En un cálculo preliminar, se requerirán 38 mil millones de pesos para que cinco de los estados que registraron más afectaciones por los sismos del 7 y 19 de septiembre, pueden reconstruirse.
El panorama de estas entidades se ve complicado para recuperarse de los siniestros, ya que de acuerdo con un informe entregado por Hacienda al Senado, en el reporte de Nivel de Edeudamiento Subnacional, correspondiente al segundo trimestre del año se tiene que la Ciudad de México tiene una deuda de 72 mil 911 millones de pesos, de la cual tiene el 100 por ciento garantizado de sus ingresos federales, Morelos colocó como garantía de los cuatro mil 429 millones de pesos que debe, 81.7 por ciento del ingreso federal; Puebla adeuda cinco mil 562.9 millones de pesos y 98.3 por ciento de ellos está garantizado por este ingreso; en Chiapas se tiene un respaldo de 18 mil 952.1 millones de pesos de deuda, 58.4 por ciento de sus ingresos federales y el estado de Oaxaca adeuda 11 mil 727.9 millones de pesos y tiene como garantía el 61.6 por ciento de sus ingresos federales.
El que un estado ponga como garantía sus ingresos federales para pago de deuda significa que esa cantidad debe tener un manejo apegado con los planes que los acreedores presentaron.
El pasado miércoles, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, había indicado que los estados requerirían más de 37 mil millones de pesos para reconstruirse, de esta cantidad indicó que solo para vivienda se necesitan más de 10 mil millones de pesos.
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Otros 13 mil millones para escuelas y ocho mil millones serían para reparar daños en patrimonio cultural.
El endeudamiento tiene como garantía la entrega de ese dinero federal, porque si en algún momento los acreedores exigen el pago, ese dinero federal es el que responde, y en el caso de la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Morelos, más del 50% de sus ingresos federales avalan los endeudamientos, lo que les reduce el margen de movimiento financiero y así atender presupuestalmente la emergencia que enfrentan por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
Cabe señalar que a pesar de que los gobiernos de los estados, que son los primeros responsables de atender la urgencia que enfrentan, su margen de maniobra financiera es corta, estas zonas con mayor afectación acumulan un fenómeno de deuda, para el cual están obligados a cubrir los intereses y mantener los esquemas originales de finanzas sustentadas con dinero federal otorgado por la Secretaría de Hacienda.