Por Kali Tapia Martínez
Queremos que termine la pandemia. Que nuestros seres amados dejen de correr peligro de contagiarse y morir. Que acaben las pérdidas humanas y económicas por la contingencia sanitaria. Que cesen el desempleo y la banca rota de empresas y comercios. Que se reactiven las clases presenciales. Queremos recuperar la antigua normalidad, sin contribuir a lograrlo durante la nueva convivencia.
Las 109 mil 717 defunciones registradas en México por COVID-19 -dos mil 336 en Michoacán- al 6 de diciembre de 2020, no han bastado para unificarnos en una sociedad solidaria, consciente y congruente. Claro que hay muchos esfuerzos aislados, pero no son suficientes. Las personas que desatienden las recomendaciones de salud, son mayoría.
Y, en consecuencia, serán quienes más se resistan cuando no quede más remedio que obligarles a quedarse otra vez en sus casas, porque tuvieron la oportunidad de proceder voluntariamente por responsabilidad social, sin aislamiento obligatorio, y no lo hicieron.
Ya lo dijo el gobernador Silvano Aureoles Conejo, si los contagios continúan al alza, la autoridad estatal retomará las medidas estrictas. Aún podemos evitarlo.
Esto es corresponsabilidad compartida entre gobiernos y ciudadanía. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS), llamó la atención a México, exhortando a que tome en serio la crisis mundial de sanidad. Y queda claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es una figura que predique con el ejemplo.
A propósito de ello, es buen momento para evaluar a quienes tienen aspiraciones políticas, con base en sus contribuciones u omisiones durante la pandemia. Si su desempeño ha dejado qué desear en la escala municipal o en los distritos o a los que “representan”, ¿qué será de la entidad?
Como dice la canción: “Ya va llegando diciembre y sus posadas, se va acercando ya también la Navidad, el año nuevo nos traerá nuevas tristezas y por tu ausencia lloraré mi soledad” … nada más aproximado a la realidad. Si queremos celebrar los años venideros con quienes apreciamos, por favor, pensemos en comunidad.
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