Conmemoran el tercer aniversario de la muerte de 13 policías estatales que fueron abatidos por el crimen organizado en el municipio de Aguililla, lugar al que acudían para cumplimentar una orden judicial.
Morelia, Mich.- Convertir a la Policía Michoacán en Guardia Estatal no demuestra mejoras para elementos de la corporación, siguen existiendo los mismo vicios, además de la falta de capacitación, armamento y patrullas exhibieron las viudas al conmemorar a quienes en cumplimiento de su deber, murieron en 2019 en el municipio de Aguililla.
El cambio de gobierno no ha traído mejoras o el cumplimiento a los acuerdos que se le hicieron a los familiares de los 13 elementos que perdieron la vida al ser emboscados por integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación (CGNJ) en el municipio de Aguililla, recriminó Jazmín Guzmán quien aún recuerda a su esposo Juvenal López Castolo de 29 años.
Los apoyos prometidos respecto de becas para sus hijas, actualmente de siete y 11 años de edad nunca llegaron, mucho menos el empleo que le dijeron se le otorgaría a ella para que sacara adelante a su familia, lo único con lo que cuenta es con una pensión mínima que no le significa lo suficiente para sobrevivir.
Duele, refiere con voz cortada, sobre todo porque con todo el dolor a cuestas buscan que la muerte de los 13 policías no se olvide, que aún viven en la injusticia, en eso coincide con Alma Guadalupe, una mujer de apenas 25 años y dos hijos varones, uno de los cuales no ha sido reconocido para que se le otorgue la pensión a la que tiene derecho, pues al momento de morir su esposo, Iginio Barajas de 19 años, ella estaba embarazada.
Alma logró hace un año, que se le otorgaran la documentación necesaria para demostrar ante la corporación, la paternidad de Iginio, pero desde entonces, las autoridades ahora morenistas, han hecho caso omiso, y la pensión para su hijo menor, Marco Alexander de dos años ocho meses sigue en suspenso.
Con una marcha que parte de la Plaza Villalongín y que año con año realizan desde el 2020, las viudas asentaron, a su llegada a la puerta del Palacio de Gobierno ser “víctimas de una estrategia de seguridad fallida”. La vida que vislumbraron al lado de sus esposos policías se esfumó entre las balas y el silencio del Estado, recriminaron.