Morelia, Michoacán.- “La violencia en nuestro entorno”, es un seminario que la Universidad Vasco de Quiroga ofrece a su comunidad universitaria, así como al público en general, en el que se tocan temas relacionados con los sucesos violentos que se dan día a día, ya sea de manera personal, comunitaria, social o bien, de grupos vulnerables.
Al exponer que la violencia es un tema de interés público (puesto que cualquiera estamos expuestos a ella), Aurelio Coronado Mares, director de programas en psicología forense del Forensic Criminology Institute, se presentó con la ponencia “Taller sobre consideraciones de actuación en casos de violencia con grupos vulnerables”.
En ella, explicó que cuando se dan casos de violencia considerada de género –que es común en los últimos años- las autoridades deben actuar siempre que se tenga un registro de una mujer fallecida con rasgos de violencia, bajo el modelo de protocolo de feminicidios, conocido como “Protocolo Latinoamericano de Investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género”
Sin ahondar en el tema que tiene que ver con la actuación de la autoridad, en casos específicos del Ministerio Público, insistió en que aún con las características propias que debe tener una mujer para que su muerte sea considerada como feminicidio, cuando se tenga una mínima razón de violencia, se debe llevar a cabo una investigación por crímenes de género.
Como contexto, según el Observatorio Ciudadano para la Paz y la Erradicación de la Violencia de Género y Feminicidio, Michoacán ocupa el lugar número 11 a nivel nacional con 109 feminicidios registrados hasta noviembre de 2017; sin embargo, el mismo organismo señala que pudieran ser más pero por las características de muerte no todos los casos de mujeres que fallecen por violencia de género son catalogados como feminicidios.
En la entidad, la Alerta de Género Contra la Violencia se decretó en el año 2016 para 14 municipios michoacanos: Uruapan, Pátzcuaro, La Piedad, Apatzingán, Hidalgo, Lázaro Cárdenas, Morelia, Zamora, Maravatío, Zitácuro, Los Reyes, Tacámbaro, Huetamo y Sahuayo. Sin embargo, diversas asociaciones contra la violencia y crímenes de género y odio, como “Humanas sin violencia”, han señalado que son pocos los avances que se tienen respecto al tema en la Michoacán.