Alex ofrece esperar a Omran Daqneesh con banderas, flores y globos afuera de su casa, darle una familia y hacerlo su hermano. “Catherine, mi hermana pequeña, cazará mariposas y luciérnagas para él”, agrega.
“En mi escuela tengo un amigo que es de Siria, Omar. Podremos jugar todos juntos. Le invitaremos a fiestas y él nos enseñará otro idioma. Nosotros podemos enseñarle inglés, como a mi amigo japonés Aoto”, continúa.
Video: The White House
Además, Alex asegura que le prestará su bicicleta y le enseñará a manejarla. “Le enseñaré a sumar y restar y podrá usar el pingüino verde de Catherine, que no deja a nadie tocarlo”, añade.
Con el rostro cubierto de sangre y polvo, Omran de cinco años, aparece sentado en una ambulancia tras ser rescatado de una vivienda bombardeada en el barrio de Al Qatergui, en Alepo, la ciudad del norte de Siria que es una de las más castigadas por la guerra civil.
Alepo es disputada por las fuerzas de Damasco y los rebeldes desde el verano de 2012, cuando los insurgentes conquistaron amplias áreas de la urbe en el conflicto civil sirio iniciado en marzo de 2011.
Obama publicó esta semana la carta de Alex en su cuenta de Facebook, antes de leerla en un discurso en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Esas son las palabras de un niño de seis años, un niño pequeño que no ha aprendido a ser cínico, o sospechoso, o temeroso de otra gente por el lugar del que proviene, qué aspecto tienen, o cómo rezan”, señaló Obama.
El mandatario leyó la carta y pidió a los líderes reunidos en Nueva York que muestren la misma compasión mostrada por Alex.
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