Vive Morelia la Pasión de Cristo con Vía Crucis inédito frente a Catedral
Jesús fue clavado en la cruz, ante el llanto inconsolable de su madre, María. Foto: Contramuro/Dalia Villegas Moreno.

El Vía Crucis en Morelia conmueve a la multitud con una representación inédita y poderosa de la Pasión de Cristo, frente a la Catedral.

Morelia, Michoacán.-Las primeras calles que rodean la Catedral de Morelia se transformaron este Viernes Santo en un escenario vivo de fe, devoción y dramatismo, como parte de la celebración católica de la Semana Santa, para un Vía Crucis inédito.

Más de 130 actores dieron vida a una representación inédita del Vía Crucis, que por primera vez se llevó a cabo de manera integral en el entorno inmediato del principal templo de la ciudad, con una respuesta multitudinaria por parte de la ciudadanía.

La escenificación inició al mediodía, con la entrega de Jesús a Poncio Pilatos; los personajes, vestidos con túnicas, mantos y armaduras romanas, comenzaron el recorrido desde la avenida Madero, 20 de Noviembre y Morelos, bajo un intenso sol que los fieles intentaban evadir con sombrillas multicolores.

Desde los primeros pasos, el público se agolpó en banquetas, portales y jardineras, captando imágenes con sus celulares o simplemente guardando silencio reverente.

Fotos: Dalia Villegas Moreno | Contramuro

Las tres caídas

Cada estación fue anunciada por tambores lentos y un pregonero que leía los pasajes evangélicos. La primera caída fue sobre la calle 20 de noviembre.

La segunda sobre Morelos y la tercera caída de Jesús, cargando la pesada cruz, se representaron justo frente a la fachada de la Catedral, en un espacio simbólicamente poderoso que provocó lágrimas entre muchas de las personas asistentes.

El rostro ensangrentado del actor que personificaba a Cristo se reflejaba en los vitrales mientras era azotado por soldados que no escatimaban realismo.

Jesús fue interpretado por Óscar Mejía, un joven de 30 años, cuya entrega física y emocional impactó a los presentes. Su mirada serena y el realismo con que encarnó la pasión conmocionaron a niños y adultos por igual.

Cada paso, cada caída y cada gesto transmitía dolor, pero también una serena dignidad. No faltó la escena de Verónica, mujer que le limpió el rostro a Jesús y en cuyo manto su cara quedó grabada.

Entre los asistentes, familias enteras, turistas y fieles de todas las edades seguían el recorrido.

Entre la multitud, ya a punto de la crucifixión, se hizo presente el presidente municipal Alfonso Martínez. Algunos oraban, otros simplemente observaban, visiblemente conmovidos.

“Nunca había visto algo tan fuerte frente a la Catedral, se me puso la piel chinita”, dijo una mujer que viajó desde Uruapan para presenciar el acto.

Fotos: Dalia Villegas Moreno | Contramuro

La crucifixión

El desenlace ocurrió frente a la Plaza de Armas, donde se montó un escenario especial para la crucifixión. Ahí, con la mirada de cientos de espectadores, Jesús fue clavado en la cruz, ante el llanto inconsolable de su madre, María, el apóstol Juan y María Magdalena.

Las luces se atenuaron y un profundo silencio cubrió el centro de la ciudad. El momento fue sobrecogedor: al fondo, la Catedral iluminada, al frentes, una cruz realista erguida contra el cielo nublado.

Sin aplausos, con lágrimas y oraciones, terminó la representación. Algunos encendieron veladoras, otros colocaron flores al pie del escenario, mientras los actores, visiblemente agotados, se retiraban con el rostro aún cubierto de sangre teatral, pero conmovidos por la respuesta del público.

Fotos: Dalia Villegas Moreno | Contramuro

Morelia vivió así un Vía Crucis que no solo recorrió sus calles: tocó su alma. Una puesta en escena que conjugó arte, tradición y espiritualidad en el corazón del Centro Histórico, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de la ciudad.