Verbena popular presente en los días santos de la capital
Foto: Alejandro García/Contramuro

Morelia, Michoacán.- La oscuridad de la noche y el silencio de la procesión se vieron opacados por las luces y la algarabía de la ya famosa verbena popular en el centro histórico de la capital michoacana.

Gorditas, buñuelos, garbanza, cañas, enchiladas, antojitos mexicanos, papas doradas y salchitacos, aromatizaron el lugar, la Plaza Benito Juárez fue el escenario perfecto para la verbena de esta noche de Viernes Santo.

Cientos de morelianos mientras respetuosos demostraban su fe y respeto por la religión católica al ver las velas encendidas a las distintas cofradías que recorrían de manera silenciosa la majestuosa avenida Madero.

Mientras silenciosamente la procesión del silencio se llevaba a cabo, un sinfín de capitalinos u turistas degustaban de los tradicionales antojitos mexicanos, algunos otros únicamente respiraban el característico olor de los mismos.

Pero en el lugar no solo había vendimias de comida, los comerciantes hacían su agosto allí, desde puestos de lentes negros hasta de ropa, desde juegos tradicionales hasta recuerdos de la capital del estado de Michoacán y objetos religiosos.

De todo había esta noche en el primer cuadro del centro de Morelia; algo que caracteriza a la capital michoacana sin lugar a dudas es el fervor, la tradición y el respeto con el que se viven estos días de reflexión, de guardar y de reconciliación.

Niños con rostros de alegría, padres cuidándolos y un Morelia lleno de cultura y tradición.

El transitar de la gente en la verbena popular se detuvo un par de horas mientras transcurría la procesión del silencio, sin embargo más tardó en terminarse que en lo que la Plaza Benito Juárez y sus calles aledañas se llenaron nuevamente de gente, de locales y extranjeros para observar y alguno que otro comprar todo lo que allí se ofertaba.

Pasó el viernes santo, faltan dos días para que concluya el puente vacacional que muchos tomaron, ha recoger los puestos que abarrotaron el centro histórico de la ciudad y prepararse para, de la misma forma, conmemorar un sábado de gloria más y posteriormente un domingo de resurrección, aunque para la gran mayoría será hasta el próximo lunes que haya resurrección, quienes tengan que laborar, después de unas cortas y para algunos, merecidas vacaciones.