La USDA implementa rigurosas medidas para la prevención de la salmonelosis en productos de pollo.
La salmonelosis, responsable de causar más de 1.35 millones de infecciones y 26,500 internaciones anuales en EE. UU., es frecuentemente transmitida a través de alimentos no bien cocidos o en estado crudo.
Según Health Harvard, la albahaca orgánica, melones, carne de res molida, mantequillas de frutos secos, huevos, leche sin pasteurizar y especialmente el pollo, figuran entre los alimentos que pueden propagar la infección por salmonela.
Esta infección puede resultar en gastroenteritis, desencadenando síntomas como malestar gastrointestinal, dolor abdominal y diarrea. Aunque la mayoría de los casos de salmonelosis tienden a resolverse en unos días, hay ocasiones en que la bacteria se disemina a los huesos, la sangre, las articulaciones o el sistema nervioso.
Prevención de la Salmonelosis
En respuesta a la gravedad de esta situación, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha establecido normativas más estrictas para prevenir la propagación de la salmonela.
Una de estas es la clasificación de la salmonela como un contaminante en los productos de pollo relleno, lo que fue informado por Food Procesing. Esta clasificación otorga a la USDA la facultad de prohibir la comercialización de productos contaminados y retirarlos del mercado si es necesario.
Esta medida, que se centra en los productos de pollo que han sido empanizados y rellenos en su estado crudo, marca un avance significativo en la regulación de los productos avícolas que han sido identificados con niveles bajos de contaminación en pruebas anteriores.
Estos cambios son fundamentales para disminuir los casos de enfermedades causadas por la salmonela, principalmente vinculadas a las aves de corral y al pollo sin cocinar.
Además, la USDA intensificará los controles para asegurar que los procesadores de alimentos erradiquen cualquier rastro de salmonela en estos productos.
Health Harvard también recomienda prácticas de manejo seguro de alimentos en el hogar para prevenir la propagación de la salmonela, como usar tablas y utensilios específicos para alimentos crudos, lavarlos adecuadamente después de su uso, refrigerar los alimentos perecibles y lavarse las manos frecuentemente al manipular proteínas crudas.