Por: Christián Gutiérrez
El jueves anterior aparecieron 19 personas asesinadas en el municipio de Uruapan, Michoacán, y hoy la gente se pregunta ¿qué pasa en esta entidad de la República Mexicana?. A pesar de la llegada de la Guardia Nacional, que además fue presentada como la salvación a los problemas de inseguridad en el país, quiero explicar – a la luz de tres lentes-, cómo aprecio este fenómeno.
Primer lente
Los delitos de alto impacto, por ejemplo, los homicidios violentos, siempre impactarán más nuestra vida; se quedarán más tiempo en nuestra mente y nos meterán en una espiral ascendente “de percepción” que no nos permitirá ver más allá de homicidios violentos. ¿Por qué? Ya lo he explicado en anteriores ocasiones e inclusive lo desarrollo en conferencias: por algo que se llama, “sesgo de confirmación”.
Me explico: los seres humanos utilizamos atajos mentales para “enjuiciar” y “elegir” acontecimientos y así gastar la menor cantidad posible de energía de nuestro cerebro; ¿por qué? porque el cerebro está hecho para garantizar nuestra sobrevivencia y el hecho de pensar, razonar o indagar, gasta energía valiosa que el cerebro debe almacenar para hacernos sobrevivir.
Por eso, entre más noticias de delitos violentos veamos o entre más nos enteremos de que “allá en las calles hay delitos violentos”, nuestro cerebro de manera natural buscará estar conforme con esta evidencia, antes de estar en contra de la misma.
El sesgo de confirmación, nos lleva a sobreestimar el valor de la información que encaja con nuestras creencias y expectativas, y esto con mucha frecuencia nos conduce a errores. Esta teoría la dio a conocer el premio nobel de economía 2002, Daniel Kahneman y la comprobó después de tres décadas de experimentación utilizando economía conductual y psicología cognitiva.
Segundo lente
¿Y todo esto qué tiene que ver con los 19 asesinados que aparecieron el jueves anterior en Uruapan, Michoacán? Tiene mucho que ver. Estamos metidos en una espiral ascendente de percepción de la que no podemos salir. En principio, porque los 19 asesinatos existieron, es decir, son hechos.
En segunda instancia, por la gran cantidad de difusión que existe y conocemos sobre estos hechos. En tercer lugar, porque con tanta información, nuestro cerebro se queda conforme, haciéndonos creer que la violencia es generalizada en todo Michoacán y que estamos condenados a vivir así.
El problema de esta “conformidad mental”, es que dejamos que la pereza natural del cerebro nos venza. Lo que debemos hacer, es resistir e ir más allá. Es decir, debemos vencer la pereza natural de nuestro propio cerebro, investigando a profundidad sobre la violencia en la entidad para descubrir si estamos tan mal como nuestro cerebro nos hace creer, además, para descubrir si estamos en medio de una violencia generalizada en todo el país y para reflexionar qué se puede hacer.
Sin pretender que no existen los asesinatos en Uruapan, hay que decir que Michoacán en realidad no presenta malas cifras en materia de seguridad. ¿Les parece increíble esta aseveración?
Veamos con objetividad las estadísticas que reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (junio 2019).
- Michoacán se encuentra en el lugar 23 de las entidades, en materia de presuntos delitos por cada 100 mil habitantes, al día último de junio 2019. Es decir, hay 22 estados de la República que presentan más incidencia de delitos por cada 100 mil habitantes.
- Michoacán se encuentra en el lugar 18 de las entidades, en variación de la incidencia delictiva por entidad federativa comparando junio Vs mayo 2019. Michoacán presenta -6.4% de incidencia delictiva. Es decir, disminuye la tasa de delitos, claro está, habrá que analizar la estadística más adelante.
- Michoacán se encuentra en el lugar 17 de las entidades, en materia de incidencia delictiva total, al día último de junio 2019. Es decir, hay 16 estados de la República que presentan más incidencia de delitos.
- En homicidio doloso (alto impacto), Michoacán ocupa el sitio seis, hacia el último día de junio 2019. Es decir, Baja California, Guanajuato, Chihuahua, México y Jalisco, presentan mayor cantidad de homicidios dolosos. La cifra 6 es relevante, sin duda, pero es solo un indicador de violencia entre muchos otros indicadores, y siempre será más fácil trabajar una variable a más de una.
Tercer lente.
¿Entonces, cómo entrarle a resolver la realidad que enfrenta Michoacán en materia de seguridad pública? Definitivamente, el Gobierno Federal debe intervenir en lo inmediato en la entidad, porque abandonando a Michoacán, así como se encuentra, no se podrán sortear los embates del crimen organizado.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador debe apostar a favor de Michoacán con toda la fuerza del Estado (seguridad pública y otras acciones), porque hasta el momento está fallando por completo su estrategia en seguridad pública; ¿por qué lo digo?
a) “Abrazos y no balazos”, no sirve de nada en un país como México sumido en la violencia. Nuestra país vive el semestre más violento en toda su historia, desde que existe la estadística;
b) “No reprimir al pueblo bueno” y tratarlos de convencer con una cartilla moral, no funciona en un país en donde se requiere que el Presidente ponga orden, pero a través del estado de derecho;
c) No combatir a los grandes capos del narco es un suicidio en un país como México, que necesita modelos de liderazgo positivos y no que la gente disponga de tiempo y espacio para disfrutar series como “El Chapo”;
d) Pensar que la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia es autoengañarse en un país como México, que hace del crimen organizado -como el narco- una industria que deja miles de millones de pesos. Los grandes grupos delincuenciales no buscan “justicia”, buscan hacer mucho dinero. Punto.
e) Pensar que con becas de 3 mil 600 pesos a los jóvenes, se evitará que lleguen a los grupos delincuenciales es una ingenuidad. Esta cantidad de dinero, la ganan en los primeros cinco de días del mes, porque ser criminal, es 10 veces más redituable que ser un joven con trabajo legal y formal.
Debemos decirlo con responsabilidad pero sin ambigüedades: es el actual gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien debe asumir su responsabilidad en el tiempo que le toca gobernar: el presente.
El pasado, queda atrás y el futuro se ve cada vez más negro, si se continúa haciendo un gobierno federal de gobernantes que ya no quieren gobernar aplicando la ley y la legítima violencia de parte del Estado mexicano.
Desde luego, el Gobernador Silvano Aureoles también debe responder y tomar su parte de responsabilidad. Su Secretario de Seguridad Pública, debe trabajar de manera acelerada en el tema de seguridad pública. El momento está hecho para que el Gobernador Silvano Aureoles, intente una alianza con el gobierno federal y con todos los sectores sociales organizados de la entidad, para atender el tema de seguridad pública y ciudadana. Se le termina el tiempo y los michoacanos no podemos esperar más.