Morelia, Michoacán.- Gracias a experiencias personales, el activista José Daniel Marín Mercado, ha luchado desde hace ya 8 años por los derechos de las personas con VIH, así como para que tengan las mismas oportunidades que cualquier persona de la comunidad.
Fueron experiencias vividas desde su núcleo familiar, los que impulsaron a Daniel Marín, para luchar por los derechos de estas personas. “Me identifico como hombre gay. Veía mucho la necesidad de hacer algo, desde la violencia que vivía en mi casa. Para mis padres, parecía que fuera invisible o que vivía en el anonimato desde que decidí decirles que era gay”, expresó el activista.
Otro de los puntos clave para despertar mi interés en ayudar a las personas con VIH era lo que se decía siempre de ellas. Al pensar en “gay” era una clara idea que tendrías alguna enfermedad incurable que te llevaría a la muerte.
“Al asumir mi homosexualidad, creí que iba a morir de SIDA, debido a los estigmas sociales que mi propia familia había impuesto y por lo que yo escuchaba. En ese tiempo murió Freddie Mercury de SIDA, entonces reafirme que moriría de la misma enfermedad”, mencionó.
Durante cinco años, José Daniel trabajó para el CAPASITS en dónde pudo observar las necesidades básicas de la comunidad LGBTTIQ y los problemas a los que se enfrentan día a día, pero en específico pudo observar la gran necesidad de aceptación que tienen las personas que son detectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana.
Básicamente su trabajo era ayudar en las campañas de prevención, donde, entre otras cosas hacía acompañamiento a personas con VIH, daba seguimiento a las personas diagnosticadas con el virus y todo esto, lo fue metiendo en el tema de los derechos humanos.
Además, por su propia cuenta, Daniel llevaba condones a lugares dónde se practicaban actos sexuales, con el fin de la prevención.
Después de estar tanto tiempo trabajando para esta institución, se dio cuenta que todo se burocratizaba y se ayudaba muy poco a las personas, por lo que decidió dejar su trabajo e ir a estudiar la Maestría en Derechos Humanos.
Fue así que regresó a Morelia para crear una asociación civil con la cual lucha por los derechos de aquellas personas que tienen este virus.
Daniel Mercado explica que la principal violación al derecho de estas personas es la confidencialidad, la cual los doctores rompen.
Uno de las principales violaciones a sus derechos es la confidencialidad, los doctores no pueden decirles a los familiares que el paciente es portador de VIH, a menos que el propio paciente acepte que se les diga. “Ellos tienen ese derecho, no pueden decir que son portadores del virus”, dice Marín Mercado.
“Responde, inclúyete como diversidad y vive tus derechos” es la Asociación Civil de la cual es uno de los fundadores. Esta asociación se constituye como tal el 27 de diciembre del año pasado, y aunque actualmente no ha mantenido un presupuesto para ayudar a las personas, debido a las bases que gobierno mantiene pidiendo años de creación, lejos de demostrar el conocimiento de quiénes la conforman, no han podido “bajar” recurso para esta A.C.
Aunque no se tiene recursos, la asociación ha buscado ayudar a las personas que de algún modo han sido discriminadas por empresa aquí en Morelia.
José Marín cuenta que en lo que va del año, han acompañado a seis personas, en este acompañamiento, se busca estar con la persona y apoyarla en todo sentido, saber a qué instituciones se debe acercar para que pueda levantar quejas, además de dar contención y seguridad a la misma.
Aunque recurrieron a otras asociaciones, Marín Mercado, dice que ha sido la manera de poder adquirir un poco de recurso y desde otras agrupaciones luchar para que los derechos de cualquier persona gay, se defiendan.
Los planes de este activista es seguir recabando información acerca de las violaciones de los derechos, de aquellas personas con VIH para saber cuáles de las empresas en Morelia cuentan con un programa para apoyar a estas personas.
Daniel Marín seguirá luchando por los derechos de toda la comunidad, esperando que en la actualidad ya sean pocas las personas que pasen por malos tratos en cualquier ámbito de su vida, que sepan el valor que tienen como seres humanos.