Un Desfile de opulencia y exclusión, Segundo Informe de Alfonso Martínez
Morelia, Michoacán. – El Segundo Informe de Gestión del alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, se transformó en un ostentoso desfile de lujo y poder, dejando en evidencia una desconexión notable con la base social de la ciudad.
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La velada, celebrada en la antigua central camionera, se convirtió en una pasarela exclusiva para la élite política y social, mientras que los sectores más vulnerables, como los trabajadores de limpia y los locatarios del mercado Independencia, quedaron relegados.
La Ciudad Administrativa, en lugar de reflejar un encuentro equitativo y representativo, se encontraba rodeada de un cortejo de vehículos de alta gama, aplaudidores y detractores, creando un marcado contraste entre aquellos con acceso privilegiado y aquellos que luchan diariamente en las calles.
Los códigos de acceso asignados a los invitados acentuaron esta división, donde los portadores del código morado eran tratados con reverencia, mientras que los demás tenían que ingeniárselas para acceder al estacionamiento subterráneo.
La lista de invitados incluyó a exgobernadores, exalcaldes y figuras políticas influyentes, un testimonio de la vieja guardia que parece persistir en la escena. Entre ellos se encontraban Jesús Reyna, Genovevo Figueroa, Salvador López Orduña, Samuel Maldonado Bautista y Mariano Palacios Alcocer. También estuvieron presentes legisladores federales y locales del PAN y el PRI, así como Senadores, incluyendo Germán Martínez y Josefina Vázquez Mota del PAN, y Cristóbal Arias y Antonio García Conejo de Morena y el PRD respectivamente.
El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, se sumó a la lista, reforzando la influencia de la iglesia en un evento que debería haber sido neutral en términos religiosos. El líder de Acción Nacional, Marko Cortés, y la aspirante al Frente Amplio X México, Xóxhil Gálvez, también fueron notables entre la élite presente.
En medio de este despliegue de pompa y poder, la base social del alcalde Martínez Alcázar quedó desplazada. Mientras el alcalde y su esposa, Paola Delgadillo, entraban al recinto acompañados por el clamor de los asistentes selectos, la comunidad local que se congregaba fuera del lugar se encontraba sin códigos QR de acceso, excluida de la celebración pública.
La caótica logística y la opulencia ostensible caracterizaron el evento desde el principio. En el interior, un escenario de congal multicolor con mil sillas de madera dominaba la escena.
El alcalde Alfonso Martínez Alcázar se dirigía a la audiencia como un motivador de charlas TED, intentando transmitir confianza al público mientras destacaba las acciones de su administración en lo que fue esencialmente su quinto informe de gobierno, en consideración a que esta era su segunda gestión.
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