En días pasados el Presidente Electo, Andrés Manuel Lopez Obrador, declaró mediante su gira con gobernadores de los estados sureste, que lanzaría una megaconsulta ciudadana relacionadas con la construcción del Tren Maya, la refinería en Tabasco, el plan de conexión en el Itsmo, así como diversos Programas Sociales que prometió en campaña, todo esto a llevará a cabo los días 24 y 25 de noviembre.
Sobre el Tren Maya, el director propuesto por Amlo para ocupar la Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, informó que las primeras obras para el Tren Maya iniciarán la segunda quincena de diciembre, es decir; que pese a que la consulta salga desfavorable para la construcción del tren maya este se llevará a cabo.
Recordemos que las consultas ciudadanas son un mecanismo de participación ciudadana que está contemplado en diversos ordenamientos jurídicos, en los cuales el requisito número 1 para que esta sea válida es que participe como mínimo el 2% de los ciudadanos mexicanos, es decir, dentro de un padrón de 120 millones, tendría que votar 2 millones 400 mil. También, es necesario recalcar que las consultas ciudadanas que está haciendo el gobierno electo no están respetando el marco legal que las rige, es decir, simplemente parecen encuestas hechas a modo para cumplir caprichos del líder en turno.
Es peligroso someter a consulta ciudadana todos los temas que atañen al crecimiento del país, es por ello que se tiene que analizar y recurrir a una vía legal una vez entrando en funciones, para poder actuar de manera conducente y responsable para darle rumbo a un proyecto de nación.
También, por otro lado, es una manera muy maquiavélica de lavarse las manos por algún error, es decir, que sí algo sale mal sobre todos estos proyectos, el próximo presidente en funciones, podrá lanzar culpas a la ciudadanía al decirles que es lo que ellos eligieron.
Démosle tiempo al tiempo, sin embargo, antes de que inicien funciones, ya están cometiendo errores que pueden marcar su sexenio desde ya.