Morelia, Michoacán.-Lo muertos volvieron y los vivos llegaron hasta el lugar en donde descansan en paz sus seres queridos. Este dos de noviembre el lugar con más muertos era el mismo con más vida en todos lados, el panteón, el sitio en donde se recuerda con amor, tradición y fervor a quienes en vida nos extendieron una mano y se convirtieron en los seres queridos, llámense familiares o amigos.
Desde muy temprana hora, este Día de Muertos, cientos de familias llegaron al Panteón Municipal a visitar a quienes físicamente ya no se encuentran en este mundo, a quienes han partido al más allá para presentarse cada dos de noviembre.
El cementerio, hoy no es el típico lugar con tumbas en ruinas, sucias y olvidadas, hoy está lleno de flores, de vida, de música.
Mientras unos simplemente piensan y recuerdan con nostalgia a sus seres queridos, hay quienes disfrutan asistir al panteón con banda, mariachi o norteño, pues hacen de este día una verdadera fiesta acompañados de quienes han partido.
También se observaba rostros tristes e incluso con algunas lágrimas, la pena de alguna pérdida ha sido tan grande que aún no la pueden superar.
Sin importar que las autoridades señalaron la prohibición para ingerir bebidas alcohólicas al interior del camposanto, hay quienes prefieren “echarse una pal calor”, y por qué no, dos para compartir una vez más con quienes fueron hijos, padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos, primos o simplemente amigos.
El dos de noviembre se vive con gran tradición en Michoacán, Morelia no se queda atrás y este día se pudo ver un panteón repleto, mientras en un lado se escuchaba a los norteños con “Dos Coronas”, en otro a la banda con “Caminos de Michoacán y hasta otro extremo el mariachi entonando “Amor Eterno”.
Un fuerte olor a flor de cempasúchil es lo que aromatiza el Panteón Municipal, cientos de familias presentes, música para todos, Flores de todos colores y los muertos más vivos que nunca.
La tradición sigue vigente, el dos de noviembre es el día en el que todos los vivos piensan en las almas que se han ido a pregonar a otro mundo, que regresan este día y se vuelven a sentir como en casa, el boleto de regreso para los muertos es que los vivos no los olviden, los recuerden y sigan en el pensamiento de cada uno de quienes siguen andando por este mundo.
Sin embargo para una de estas familias morelianas este dos de noviembre fue diferente, hoy les tocó despedirse de un ser querido, un ser amado, ahí las lágrimas corrían por los rostros de sus parientes, un joven de aproximadamente 32 años perdió la vida apenas hace un día y ahora lo están dejando en el lugar a donde año tras año volverá a vivir, está en el camino hacia un territorio en donde jamás le tocará volver a despedirse.