Martí es el alma de América Latina
La catedrática de la Universidad de La Habana, Yolanda Wood señaló que José Martí atraviesa la historia de Cuba (su legado antiimperialista trascendió e inspiró la lucha de varias generaciones de cubanos hasta la victoria del primero de enero de 1959). Explicó que de manera instintiva describió la interconexión de un continente que no se asumía como tal.
“Sin proponérselo construyó el imaginario de América Latina que solo puede entenderse en la multiculturalidad que caracteriza a cada nación. Quizá lo más importante es como se puede interpretar el día de hoy su pensamiento”. Sus razonamientos resuenan y le dan sentido a la herencia que está dejando Barack Obama presidente de los Estados Unidos: El golpe de Estado en Brasil contra Dilma Roussef, se maquinó desde las entrañas de la oligarquía local; mientras en Argentina el mandatario Mauricio Macri impone medidas neoliberales que castigan a una población empobrecida por la corrupción y al mismo tiempo aumenta el cerco económico al régimen chavista en Venezuela.
El pasado 19 de mayo, en el marco de la semana de Cuba se conmemoró los 121 años de la muerte de José Martí, ahí Wood manifestó que el héroe cubano buscó a través de símbolos visuales la identidad latinoamericana. “Su literatura es visual y me parece incompresible como no se ha llevado con más frecuencia su obra al cine. En sus textos hay un sentido de lo colectivo y de lo social”. La profesora de la Universidad de La Habana puntualizó que en su narrativa existe una tendencia a lo popular y a lo cotidiano. “Cuando se desplaza a Guatemala se da cuenta de las similitudes entre los países, entonces empezó a interconectar sus escritos”. Es enfática al determinar que sobresalió como un gran cronista porque era un escritor que necesitaba ver lo que escribía.
Sin embargo, Wood confesó que parte de nuestra historia ha naufragado y es ineludible rescatarla, propone una metodología. “Todavía no se ha estudiado a profundidad el valor sociológico y antropológico de la escritura de este notable cubano”. Destacó que Martí fue un observador nato de la naturaleza humana y del entorno que lo rodea. “El mar es protagonista de su obra, incluso es capaz de escucharlo porque posee una empatía con los lugares donde va. Logró definir al Caribe”. Para ella fue un hombre que vivió apasionadamente. “Sus viajes obedecieron a una lógica de ir en búsqueda de personas y de encontrarse con la historia. Es sorprendente la sensibilidad que desarrolló un hombre que estaba preparándose para ir al combate final”.
En este contexto, la relación entre México y Cuba está resurgiendo de manera paulatina, sobrevivió a los 12 años que gobernó Acción Nacional cuando se desbarató la política exterior que nos había caracterizado por la solidaridad y la no intervención. El embajador de Cuba en tierras mexicanas, Dagoberto Rodríguez Barrera es optimista al respecto: “La relación entre ambos países no ha tenido altibajos, la fraternidad de nuestros pueblos se encuentra por encima de todo”. Aseguró que Martí fue un pionero en esto. “Él decía que si no hubiera nacido en Cuba lo habría hecho aquí.” El diplomático consideró que su figura representa un sentimiento de unidad y resistencia de América Latina en esto momentos difíciles.
En este sentido es necesario recordar que la ultraderecha de los Estados Unidos está creciendo y amenaza no solamente a México. Ante tales circunstancias se debe dar la valorización del pasado que nos permita encontrarnos y asumirnos como un solo pueblo que pueda caminar contra las desigualdades, las injusticias y cumplir el sueño de Simón Bolívar de una América unida.