OOAPAS: Gastos en personal superan inversión en infraestructura de agua en Morelia
El 46 por ciento del presupuesto total se dedicará a cubrir sueldos, prestaciones, seguridad social y demás obligaciones laborales. / Foto: Dalia Villegas Moreno.

Hay colonias sin suministro de agua en Morelia, pero OOAPAS destinará más de 580 mdp en salarios

Morelia, Michoacán.- Aunque el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Morelia (OOAPAS) destinará más de 580 millones de pesos al pago de servicios personales durante 2025, numerosas colonias de la capital michoacana continúan enfrentando interrupciones frecuentes en el suministro de agua.

El documento DG0502025, que contiene la proyección de ingresos y egresos del organismo para 2025, revela que el 46 por ciento del presupuesto total se dedicará a cubrir sueldos, prestaciones, seguridad social y demás obligaciones laborales.

Esta cifra supera por amplio margen los recursos asignados a inversión en infraestructura, lo cual refleja una fuerte inclinación del gasto hacia la operación interna.

Mientras tanto, las denuncias por baja presión, tandeos prolongados y falta de agua en zonas con alto crecimiento urbano se mantienen constantes.

En diferentes contextos, en los últimos meses habitantes de diversas colonias de Morelia, como: Manantiales, ampliación Gertrudis Sánchez Ampliación, Lago I, Renacimiento, Primo Tapia, Pino Suárez, Buenavista, Enrique Ramírez, Eréndira, Independencia, Isaac Arriaga, Lázaro Cárdenas, Agua Clara, Ampliación El Porvenir, Ampliación Jardines del Toreo, Ampliación Las Margaritas, han denunciado desabasto del vital líquido.

También Ampliación Loma Bonita del Sur, Ampliación Los Sauces, Ampliación Progreso del Sur, Ampliación Santa Cecilia, Ampliación Trincheras, Ana María Gallaga, Andrés Quintana Roo, Arcoiris, Balcones de Morelia, Balcones de Santa María, Barrio Alto y Bello Horizonte han denunciado falta de agua.

Los recursos ejercidos por el OOAPAS no se traducen en una mejora perceptible para los usuarios, lo que genera inconformidad social, especialmente en áreas donde el servicio sigue siendo limitado o irregular.

La distribución presupuestal privilegia la estabilidad administrativa, pero deja de lado la ampliación de cobertura y la modernización de redes, comprometiendo la calidad del servicio en comunidades que dependen de pipas o almacenamientos temporales para cubrir sus necesidades básicas.

La presión social sobre el organismo aumenta conforme se agudizan las desigualdades en el acceso al agua potable, sin que el incremento en los ingresos propios y subsidios gubernamentales se refleje en una política pública más equitativa.