Starlink rechaza el bloqueo de la red social X en Brasil, enfrentando posibles sanciones legales
Recientemente, tras el cierre controversial de la red social X en Brasil, Starlink, compañía afiliada, ha decidido no cumplir con la orden de suspender operaciones de la plataforma mientras sus cuentas bancarias sigan bloqueadas en Brasil. Esta postura podría poner en riesgo su licencia comercial en el país.
El Tribunal Supremo de Justicia de Brasil (SFT) ha identificado a Elon Musk como líder de un ‘grupo económico de facto’, ordenando la congelación de las cuentas de Starlink. Además, ha extendido la medida para incluir el bloqueo de X en Brasil, alegando que la red no ha cumplido con las directrices de clausurar cuentas que promueven odio y desinformación.
Bloqueo de X en Brasil
El 31 de agosto, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) solicitó a más de 20 mil proveedores de internet bloquear el acceso a X, con la mayoría acatando esta orden. Carlos Baigorri, presidente de Anatel, anunció que se realizarán pruebas para verificar si Starlink viola el decreto, lo cual podría llevar a un proceso administrativo contra la compañía.
La decisión del SFT se basa en la falta de un representante legal de la red social en Brasil, que además, cerró sus oficinas en el país el mes pasado y adeuda varias multas al tribunal.
Para forzar el pago de estas multas, el juez Alexandre de Moraes ordenó el bloqueo de los activos financieros de Starlink. Musk respondió:
“Starlink y X son compañías completamente diferentes, con distintos inversores. Esta acción absolutamente ilegal del dictador Alexandre de Moraes castiga indebidamente a otros inversionistas y al pueblo brasileño.”
La firma de internet satelital respaldó esta declaración, criticando la congelación de cuentas como una ‘determinación infundada’ y prometió defenderse legalmente.
Anatel estima que Starlink tiene aproximadamente 225 mil clientes en Brasil, mientras que eMarketer calcula que cerca de 40 millones de brasileños usan X mensualmente. El fallo del SFT ha generado opiniones divididas en Brasil, entre quienes ven las acciones de Moraes como una afirmación de soberanía nacional y otros que las consideran autoritarias y perjudiciales para la atracción de inversión extranjera.