SpaceX prepara nave para desorbitación de la EEI
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SpaceX desarrolla una nave avanzada para la desorbitación de la EEI, marcando un hito en la ingeniería espacial.

Tras obtener el contrato de la NASA, SpaceX ha asumido el desafío de crear una nave espacial especializada en desorbitación; con una financiación de 843 millones de dólares, esta nave está diseñada para acoplarse a la Estación Espacial Internacional (EEI) hacia el final de esta década.

La NASA escogió el diseño de SpaceX, que incorpora la estructura Dragon utilizada para el transporte de astronautas y cargas, pero la mitad del Vehículo de Desorbitación Estadounidense (USDV) es completamente nuevo.

Su propósito es llevar a cabo operaciones críticas en la última semana operativa de la estación.

Aunque la NASA anticipa el lanzamiento de esta nave unos 18 meses antes de lo planeado, Dana Weigel, directora del programa ISS de la NASA, confirmó que la nave se acoplará al puerto frontal de la ISS, donde permanecerá mientras la estación inicia su descenso controlado hacia la Tierra.

La tripulación permanecerá a bordo el mayor tiempo posible para dirigir la trayectoria de la estación, retirándose aproximadamente seis meses antes de la reentrada.

Se espera que el USDV entre en acción cuando la EEI esté a unos 220 kilómetros de altura sobre la Tierra. Allí, realizará una serie de encendidos preparatorios para establecer una trayectoria de desorbitación precisa, culminando con el ‘encendido final’ unos cuatro días antes de la reentrada.

Desorbitación de la EEI

La misión exige que SpaceX diseñe un vehículo extremadamente potente capaz de maniobrar la estación a través de altos niveles de resistencia atmosférica.

El diseño definitivo incluye seis veces más combustible utilizable y entre tres y cuatro veces más capacidad de generación de energía y almacenamiento que las cápsulas Dragon.

Sarah Walker, directora de gestión de la misión Dragon de SpaceX, señaló que ‘este encendido [final] debe ser lo suficientemente potente como para hacer volar toda la estación espacial, al mismo tiempo que resiste los pares y las fuerzas causadas por la creciente resistencia atmosférica en la estación espacial para garantizar que finalmente termine en el lugar previsto’.

Por tanto, SpaceX se encarga del diseño y construcción de esta poderosa nave espacial bajo la plataforma Dragon, mientras que la NASA se responsabilizará de su lanzamiento, operación y retorno seguro de la ISS a la Tierra.

Este proceso se inició con la adquisición de cohetes tres años antes del lanzamiento, y si las operaciones de la ISS concluyen en 2030, la estación aterrizará en algún momento del año siguiente.