Hablar de la salud del Presidente es tema tabú. No exageramos cuando decimos que es casi secreto de Estado. Pobre de aquel que se atreva a preguntar. Lo acusan de “conservador” (el peor insulto en la 4T).
Pero hay una edad donde al poderoso ya le es difícil escapar del escrutinio ciudadano, del elector que observa y se pregunta si el comportamiento del mandatario es normal.
Lo decimos porque López Obrador, 65 años, reveló en la mañanera que llegó ayer al Inai una solicitud de constancia médica y siquiátrica acerca del Presidente de la República.
No le gustó. Parecía hasta ofendido por el tono que empleó. “Imagínense, no se miden”, dijo a la fuente de Presidencia.
Ya encarrerado, hasta al Inai le tocó: “Este instituto lo creó el conservadurismo, lo apoyó la supuesta sociedad civil y la prensa conservadora. En el Instituto de la Transparencia nunca vieron nada de corrupción, cuesta mil millones de pesos mantenerlo”.
López Obrador leyó, palabra por palabra, la solicitud recibida:
“Miren lo que piden. Solicita constancia médica con los generales de una institución médica de nivel y sus visibles, tales como: papel membretado, timbrado, del médico o institución médica que expide la constancia con fotografía.
“La fotografía debe estar cancelada con el sello y la firma del médico que la expide, tiempo que ha sido médico del paciente, dar a conocer el estado de salud local y fecha de la consulta, sello y firma del médico.
“También se solicita un análisis general de orina y de química sanguínea a la fecha actual del mes de octubre, así como el dictamen cardiovascular de la persona, especialmente consultando enfermedades coronarias”.
“Así están, ¿para qué? estoy al 100, me dio una gripe, pero ya estoy saliendo”, remató.
* Pregunta: ¿Un jefe de Estado, del país que sea, tiene derecho al secreto médico como cualquier ciudadano o si, en función de las enormes responsabilidades que tiene, debe revelar su expediente médico?
El Presidente no dijo si va a responder a la solicitud. Por el tono utilizado diríamos que no. Pero, aunque a muchos no les guste, sería conveniente que sí lo hiciera.
Es del dominio público que sufrió un infarto en el 2015 y eso no es menor. Sobre su salud corren muchos rumores.
Si está al cien, como asegura, por qué negar la información a su pueblo. Acabaría de golpe con las especulaciones.
* El tema no es novedoso ni exclusivo de México. Se han escrito libros y se han hecho documentales sobre el tema.
Uno que trascendió fronteras es el escrito, a mediados de los setentas, por el periodista Pierre Accoce y el doctor Pierre Rentchnick: Ces Malades qui nous gouvernent (Esos enfermos que nos gobiernan).
Los autores revelan que son muchos los jefes de Estado que ocultaron su estado de salud en el siglo XX: Kennedy, Reagan, Churchill, Roosevelt, Mitterrand, Stalin… ejercieron el poder cuando estaban muy enfermos.
Su estado de salud influyó gravemente en sus acciones de gobierno, concluyen.
* Buenos los datos que Esteban Moctezuma, titular de la SEP; dio durante la presentación del Laboratorio de Educación, organizado por las Aspen Institute México y Méxicos Posibles.
Mejor el llamado a la reconciliación nacional y la paz.
Los Datos:
Entre 150 países, México es el país número 14 en superficie, el 13 en superficie de agua, el 11, en población; el 11, en PIB; en reservas monetarias, el 12; en reservas de petróleo, el 19; en producción de gas natural, el 12; en biodiversidad, el 4; en exportaciones, el 14, y en remesas del exterior, el número 2.
Pero si nos vamos a indicadores socioeconómicos, la cosa cambia: somos el 78 en esperanza de vida, en tasa de mortandad infantil, el 125; en obesidad infantil, el 150; en obesidad general, el 149; en adopción de tecnologías de la información, el 67, y en asaltos a mano armada y secuestros, el número 150.
El llamado:
“Hay que darle luz a quien no la tiene, inclusión a quien está excluido, visibilidad a quien está ignorado. México lo que requiere y está trabajando es una profunda reconciliación nacional”.