Por: Enrique Rivera Hernández
Anteriormente se había compartido una opinión en cuanto al mismo tema, ello desde la articulación del caso Lozoya.
El caso anteriormente escrito ha permitido seguir generando análisis; es decir permite vislumbrar lo ya planteado pero ahora con diferentes personajes políticos mexicanos, que han evidenciado que en dichos casos la política fue utilizada desde este marco de pensamiento crítico, es decir que nos permiten ellos, los políticos aludidos plantearlos con características sociopáticas.
Por ello es quizá necesario retomar de manera general que “La personalidad Sociopática tiende a ser un trastorno que es consecuencia del entorno en donde se desarrolla el sujeto, generalmente no muestra culpa ni remordimiento por su conducta, es capaz de manipular y emplear diferentes estrategias con tal de lograr sus objetivos”.
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En días anteriores el fiscal General de la Republica, el doctor Alejandro Gertz Manero, difundió por medio de un video público el día 11 del presente mes, aproximadamente a las 14:00 horas, en 4 minutos los siguiente; “en el caso de Odebrecht, este individuo está señalando que hubo una serie de sobornos por una cantidad que pasa de 100 millones de pesos, los cuales fueron utilizados para la campaña 2012 para la Presidencia de la República… le dieron instrucciones para que entregara 84 millones de pesos a varios legisladores…después también le dieron una cantidad superior a 200 millones de pesos para dirigirlos a la reforma estructural a través de un enlace que él da el nombre”.
También ha salido a la luz que se repartieron 120 millones de pesos entre varios legisladores con tal de ser aprobadas las reformas estructúrales entre 2013 y 2014. Y que los 84 millones declarados por Lozoya fueron para aprobar el proyecto de Etileno XXI, en el cual se favoreció a la empresa Odebrecht en el sexenio de Felipe calderón.
Así mismo cabe recordar que antes de ser extraditado a México, Lozoya Austin se negó a colaborar con las Autoridades de justicia mexicanas.
Sin embargo al ser aprendida su madre en Alemania cambio su táctica y decidió ser testigo colaborador, brindando información de primera mano acerca de los sobornos repartidos en la red de corrupción de los políticos y empresarios.
La Fiscalía General de la Republica dio a conocer que al colaborar Lozoya solicitaba beneficios legales para su hermana y su esposa hoy prófugas y que no fueran detenidas, así como su madre quien ya lleva un proceso legal.
Posteriormente en una denuncia interpuesta ante la fiscalía general de la republica de 63 páginas Lozoya expone; “quiero dejar muy claro que Odebrecht sí tuvo una participación relevante en el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero también tuvo una gran participación en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa”, así mismo declara de Carlos salinas de Gortari “quien no ayuda a sus hijos y socios los consideraba traidores” y de los legisladores involucrados exhibe “los legisladores señalados tenían una actitud muy agresiva, ya que incluso amenazaban con boicotear la reforma energética si no recibían sus sobornos”.
Lozoya en su denuncia concluye señalando como responsables de los delitos a; Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray Caso, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña, Ernesto Cordero Arroyo, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Lourdes Mendoza, Rafael Caraveo Opengo, Francisco Domínguez Servién, Carlos Gonzales Treviño Medina, Salvador Vega Casillas, José Antonio Gonzales Anaya, Jorge Luis Lavalle Maury, David Penchyna Grub y Osiris Hernández.
Permitiendo exponer la tesis de la sicopatía como un trastorno que es consecuencia del entorno en donde se desarrolla el sujeto, es este caso los políticos denunciados.