Morelia, Michoacán.- En respuesta a las acusaciones del gobernador de la entidad, Silvano Aureoles Conejo, quien acusó que los jueces del estado “sueltan criminales”, bajo el argumento de que no existen pruebas contundentes; Marco Antonio Flores Negrete, magistrado presidente del Poder Judicial de Michoacán condenó la inexistencia de sustento en las declaraciones del mandatario.
“Las declaraciones del Gobernador Silvano Aureoles Conejo de que los jueces del Poder Judicial dejan a los imputados de un delito en libertad, están fuera de sus atribuciones constitucionales, no tienen conocimiento previo, ni fundamento. Son declaraciones que confunden a la ciudadanía, es deseable que se eviten”, externó Flores Negrete.
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Ante la presencia de comunicadores locales, el magistrado presidente del Poder Judicial externó que en apego al Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP), toda resolución jurídica debe ir acompañada de juicios acusatorios y orales, en los que la presunción de inocencia es un factor determinante para proceder a la resolución de un caso.
En torno a las declaraciones del gobernador de Michoacán, Flores Negrete recalcó que en ninguno de los casos referidos por el mandatario estatal existían pruebas contundentes para proceder al encarcelamiento de los inculpados.
Sin quitar el dedo del renglón, recalcó que toda crítica u observación proveniente del Ejecutivo “es importante”, siempre y cuando se sustenten en argumentos apegados a los lineamientos del Poder Judicial, y no en tan sólo “oídas”.
Denotando molestia ante las declaraciones de Aureoles Conejo, el magistrado presidente del Poder Judicial de Michoacán subrayó la necesidad de hacer a un lado la “feria de declaraciones y ocurrencias”, a fin de no enrarecer el accionar de la instancia a su cargo.
De este modo fue como respondió el Poder Judicial a las críticas del mandatario estatal, luego de que durante la XVII Sesión Ordinaria de la Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública, celebrada el pasado 7 de junio; el perredista reventara en contra de los jueces del estado, criticándolos por “soltar criminales”.