El ex gobernador era esperado este domingo en el festejo por los 33 años del PRD
Morelia, Michoacán.- El ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, desairó el festejo de los 33 años de la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y no asistió al evento donde era esperado.
A decir del líder nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, el ex mandatario michoacano “no pudo venir pero mandó mensajes”, sin embargo, se había creado una expectativa de su presencia.
En tanto, su hermano el senador, Antonio García Conejo, justificó su inasistencia a señalar que “ya no es gobernador, él está atendiendo sus asuntos personales”. Y a cuestionarle si ya tampoco es perredista, el legislador se limitó a responder “claro que es perredista”.
Durante los discursos que se expresaron al mediodía de este domingo, en razón de los 33 años del PRD, gran parte se dedicó a “denunciar” públicamente las acciones del gobierno federal y el actuar del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Fue el presidente estatal del PRD, Octavio Ocampo Córdova, quien hizo referencia la “discurso de odio que pone en riesgo la vida de quienes no pensamos igual. Hay un autoritarismo que se ha generado desde Palacio Nacional; hay inseguridad, falta de empleo, decisiones viscerales (…)”.
Para el gobierno michoacano, también tuvo el líder perredista al calificarlo como “una copia barata del gobierno federal”; y ahí, lanzó un mensaje a Morena: “en Michoacán hay PRD para rato”.
A su vez el senador Antonio García Conejo, responsabilizó al gobierno federal por las miles de muertes que causó la pandemia de Covid-19 en todo el territorio mexicano, al señalar que “se les advirtió que venía y no hicieron nada”.
Ingresa a: Bedolla reitera que Silvano presionó a diputados
Quien sí asistió, fue el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcazar, para “honrar” la alianza entre el PAN y PRD que lo llevó al triunfo en las pasadas elecciones, él también emitió un mensaje en el que recordó los inicios del PRD y las alianzas que desde entonces se “cocinaban” entre ambos partidos para derrocar al PRI.