Foto: Internet/ marthadebayle

Morelia, Michoacán.-Una infracción de tránsito llegó a separar a una familia; es el caso de Zaray Montoya del estado de Morelos.

Esto, luego de que subió a sus tres hijos a su vehículo, el más grande en el medio de la parte trasera al cuidado de una nana y el más pequeño a una silla, la cual sujetó con el cinturón de seguridad.

Momento después fue detenida por un policía de tránsito quien le argumentó que llevaba a un menor sin cinturón de seguridad.

Zaray Montoya recibió la infracción pero supo que la situación no sería común, al ver llegar a su esposo Roberto García Villalobos Bilbao, con quien sostenía una batalla legal de divorcio y lucha por la custodia de su hijo e hija.

Su ex pareja grabó la detención y posteriormente estableció comunicación con el agente de tránsito. Estos hechos fueron el 21 de marzo pero fue el pasado 1 de junio de 2017 que una juez familiar validó la infracción y consideró que la madre había puesto en riesgo la integridad física de los infantes por omitir el uso del cinturón de seguridad. Bajo este argumento de manera provisional la custodia de sus hijos se la otorgó al padre.

La defensa de Zaray Montoya dijo que expresó al juez que durante su trayectoria nunca había conocido una resolución tan arbitraria.

El proceso de divorcio de Roberto y Zaray tiene un historial con registro de violencia intra familiar, separación obligada y antecedentes penales.

Además de denunciar a juristas coludidos a favor de su ex marido, Zaray declaró que uno de ellos en un alto rango del Consejo de Juristas del Estado de Morelos presentó al juez un escrito que supuestamente ella redactó y firmó, el cual aseguró es falso. En dicho documento aceptaba su descuido y que la causa fue el enojo tras un desencuentro con su esposo en una entrega de los infantes.

Roberto y Zaray habían vivido casados dos años, ambos ya habían tenido otras relaciones antes, ella era viuda y tenía una hija de su primer matrimonio; él era su tercer matrimonio y tenía hijos con una de sus antiguas relaciones, incluso fue denunciado por llevarse a uno de los hijos sin el consentimiento de la madre.

Roberto García tenía antecedentes penales por allanamiento de morada, secuestro de menores y violencia familiar, dijo Zaray Montoya, lo cual desconocía al momento de casarse.

Fue durante el embarazado de su segundo hijo que ella le pidió el divorcio y una casa para vivir con sus hijos, tras descubrir infidelidad. La petición del hogar fue porque el García Villalobos “tiene muchas”. Pero la petición molestó a su esposo y la agredió físicamente en el vientre aún sabiendo que el embarazo era de alto riesgo.

Tuvieron una fuerte discusión que requirió de la participación de vecinos, quienes llamaron a la policía y fue así que la pareja tuvo que acudir al Ministerio Público a declarar.

Posterior a los separos, el esposo inició el juicio de divorcio y le pidió a su esposa que retirara las denuncias penales, a cambio de beneficios en el convenio de separación.

Ello no se cumplió, señaló Zaray, incluso la acusó de rebeldía por no contestar la demanda de divorcio, para justificar su ausencia expuso que fue para atender la amenaza de aborto, pero los abogados le señalaron que no eran necesario dicho documento de justificación.

El proceso continuó sin gran avance, fue así que el pasado 21 de marzo ella fue detenida momentos después de que su hijo conviviera con su esposo, por eso él pudo grabar la detención ya que no estaba tan lejos del lugar.

Ella anotó el número de la patrulla para indagar lo sucedido y días después encontró al mismo oficial en otro sitio de Cuernavaca y le preguntó por lo ocurrido. Tres días después fue al módulo de infracciones para solicitar copia de la boleta ya que el oficial solo le había entregado un número de folio. Este documento lo presentó como prueba a el juzgado quien las admitió como tal el 3 de abril, pero su esposo solicitó sigilo de la infracción al alegar que los abogados de Montoya trabajaron en el ayuntamiento de Cuernavaca y temía que manipularan la información, el juez le concedió la secrecía.

El 12 de mayo se llevó a cabo una diligencia para desahogar las pruebas, luego de que la parte oficial señalara que la infracción fue porque uno de los menores no llevaba cinturón, pero Montoya señaló que no fue enterada por su abogado, quien entregó un documento que élla no redactó ni firmó.

Zaray Montoya explicó que ese fin de semana le tocaba a su padre ver a los niños ella los entregó el viernes, el lunes los recogería a las 9:30 horas pero él no llegó, la psicóloga del Departamento de Orientación Familias, le dijo que tenía que ir al juzgado, ahí estaban sus abogados quienes le notificaron el cambio de guardia y custodia, pero no le entregaron a los niños.

El nuevo abogado de Montoya, afirmó que las autoridades tenían que haber notificado el cambio, pero aprovecharon que tenían la convivencia con el padre y éste no los entregó.”Pero hay contubernio”, una cohabitación ilegal, señaló el abogado.