El Senado de México aprueba la prohibición de vapeadores, buscando proteger la salud pública y convirtiéndolos en un delito federal.
Ciudad de México.-En un movimiento sin precedentes, el Senado de México ha aprobado una reforma constitucional que establece la prohibición de la fabricación, venta y uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en todo el país, con lo que se considerarán un delito federal.
La votación terminó con 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones.
Esta reforma modifica los artículos 4 y 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prohibiendo la producción, distribución, comercialización y venta de cigarrillos electrónicos y dispositivos similares.
Asimismo, se prohíbe la fabricación y distribución de sustancias tóxicas y precursores químicos usados en estos dispositivos.
Senado prohíbe los vapeadores, serán delito federal en México
Las sanciones por violar esta ley incluyen multas importantes y penas de prisión. Además, el uso de vapeadores está prohibido en todos los espacios públicos, como escuelas, hospitales, oficinas gubernamentales y medios de transporte.
Los vapeadores llegaron a México a principios de la década de 2010 y rápidamente se hicieron populares, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos.
Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, alrededor de cinco millones de mexicanos han probado un vapeador, y cerca de un millón son usuarios frecuentes.
Diversos estudios han destacado los riesgos del uso de vapeadores. Un estudio reciente de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reveló que el 80% de los cigarrillos electrónicos analizados excedieron los límites de benceno, y el 45% superó los de tolueno, ambos compuestos altamente tóxicos.
Además, el uso de vapeadores se ha vinculado a problemas respiratorios y cardiovasculares, así como a un mayor riesgo de cáncer de pulmón y enfermedades neurológicas.
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La prohibición de los vapeadores en México busca proteger la salud pública, especialmente la de los jóvenes, quienes son los principales usuarios de estos dispositivos.
Sin embargo, la medida ha generado debate sobre si la prohibición total es la mejor estrategia o si una regulación estricta podría ser más efectiva.