Foto: Cortesía

Morelia, Michoacán.- Con utilería muy acorde a lo que querían presentar y en un ambiente totalmente místico, los artistas Isis Sol Vis y Marina Barsy Janer presentaron su performance en la sala de proyecciones Jeudi 27, donde mostraron problemas existenciales de la sociedad.

En un cuarto cubierto por colchas negras y rejas de cartón, con paredes negras que mostraban claramente cómo había sido adaptado para fungir como un cine, en dónde las películas de Hollywood no tienen cabida, pero sí las independientes, daba inicio el acto.

Sábanas blancas amarradas a la protagonista indicaban las propias amistades que hacemos con nosotros mismos, los tratados de paz que duran hasta la primera pelea con la familia, con la pareja, con el mundo.

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Suspendido de la actriz, se encontraba el otro actor, girando en un semicírculo, dejando ver cómo el ser humano no se permite cerrar círculos en la vida por temor a lo que se enfrentará.

Mostrando cómo el propio ser es quien se ayuda así mismo a salir adelante, con esa fuerza que se obtiene después de varias pruebas superadas en la vida.

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Las sábanas blancas dejan ver no sólo la pureza de nuestro interior, sino la fuerza del interior esa que nos impulsa a salir adelante cuando no tenemos ánimos seguir.

Miradas expectantes de jóvenes, tratando de comprender cada escena, llevando en sus mentes, la imagen del giro incompleto.

El espacio es tan pequeño y de tan bajo prepuesto, que a los asistentes no les importa sentarse en el suelo, disfrutando de una cerveza y los más inspirados un mezcal.

La presentación terminó con un abrazo entre las dos unidades, mismas que muestran nuestro encuentro después de lo vivido, después del derrumbe emocional al enfrentar el problema y ese silencio encontrado entre tú y tu inmensidad