Morelia, Michoacán.- Las organizaciones estudiantiles Evolución Nicolaita y Organización Nicolaita celebraron el exhorto emitido por el Congreso del Estado, a iniciativa del diputado Alfredo Ramírez Bedolla, para que la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) sea elevada al rango de nacional, y convocaron a la comunidad universitaria a respaldar e impulsar esta propuesta.
El exhorto aprobado por el Congreso del Estado el 17 de octubre, va dirigido
a la Presidencia de la República, al Congreso de la Unión, a la Secretaría de Educación Pública, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales, eleven a la UMSNH a categoría de universidad nacional, modificando los convenios correspondientes, así como su denominación para que sea nombrada de acuerdo a su nuevo estatus: Universidad Nacional y Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Los estudiantes de la Facultad de Derecho de la UMSNH, Héctor Andrés Alcántara Mendoza, Sergio Esteban Rodríguez Herrera, María de la Salud Rocha Barriga, Bricio Sánchez Cornejo y Luis Mario Jacinto Estrada, de la organización estudiantil Evolución Nicolaita, así como Luis Martín Alvarado, de Compromiso Nicolaita, celebraron el exhorto del Legislativo al considerar que es un primer paso para el rescate de la Universidad Michoacana, y de la educación pública en general.
Sergio Rodríguez afirmó que el país tiene una deuda histórica con la universidad que tuvo en sus aulas a Hidalgo, Morelos y Rayón, por lo que una forma de saldarla sería reconociéndola como institución de alcance nacional. Jacinto Estrada añadió que de ser atendido el llamado del Congreso de Michoacán, se tendría un importante avance para fortalecer la calidad educativa.
Evolución Nicolaita, en voz de Héctor Alcántara, señaló que la máxima casa de estudios en Michoacán atiende a miles de estudiantes, entre los que se encuentran jóvenes de prácticamente todos los estados de la República, por lo que manifestó que el exhorto promovido por Ramírez Bedolla “es una oportunidad para que la universidad se fortalezca como lo que es: una institución de brazos abiertos”.
Rocha Barriga sentenció que como sociedad “es importante que veamos no sólo el lado malo de la Nicolaita, sino que es una institución que ha servido por casi 500 años a una nación, con vocación humanista, para indígenas, extranjeros y para toda una República”.
Sergio Esteban Rodríguez concluyó que la comunidad nicolaita también debe asumir el compromiso de transformar a su alma mater, con pleno ejercicio de su autonomía; es decir, toda reingeniería administrativa o reforma a su ley orgánica debe surgir de los propios universitarios, sin la presión de posturas coercitivas, “porque están sitiando a la universidad diciendo: si no haces las cosas no te vamos a dar nada, y eso sólo afecta a la comunidad. Debe ser todo progresivo para el desarrollo, no para el castigo”.