Conforme se acerca el “Día D” para definir candidaturas para las elecciones del 2018, empiezan a aparecer cuarteaduras en el Frente Ciudadano por México.
En la diversidad del FCM está su fuerza, pero también su debilidad. Los riesgos de fuga del voto si la decisión es cupular son mayores y lo saben.
Los dirigentes de la corriente ADN del PRD —ya más poderosa que Los Chuchos— están convencidos de que el panista Ricardo Anaya, tocado por la campaña que le lanzaron en los medios, no garantiza el triunfo del Frente en la elección presidencial del 2018.
“Tampoco nos asegura el voto de una parte de nuestra corriente”, puntualiza Luis Sánchez, coordinador de la bancada del PRD en el Senado.
Rafael Moreno Valle tampoco les gusta. “Es la esquizofrenia, el autoritarismo. Hay que ver cómo gobernó Puebla. Lo dejó lleno de presos políticos”, nos dijo el senador mexiquense.
Ya con Margarita fuera del PAN, al Frente le quedan cero opciones azules para la candidatura presidencial del FCM.
A los demás aspirantes presidenciales de ese partido
—Ruffo, Romero Hicks y Derbez—no los voltean a ver.
- La salida idónea para el Frente es un perfil ciudadano que tenga prestigio, preparación, que no se le identifique con ningún partido y se le reconozca una trayectoria limpia.
Luis Sánchez nos dice que ya se sentaron con varios “ciudadanos” para plantearles la posibilidad de postularse. Los resultados han sido buenos, pero no quiso dar nombres.
“No estoy autorizado a darlos. Estamos en negociaciones”, subrayó.
Sabemos que Juan Pardinas no le disgusta a Los Galileos —otra corriente del PRD—, pero Héctor Bautista, dirigente del ADN, no lo ve con buenos ojos.
Se lo dijo a Sánchez.
Mancera y Silvano la buscan también, pero ninguno le compite a Andrés Manuel. En la última medición de Mitofsky, el jefe de Gobierno aparece, incluso, debajo del priista Miguel Osorio.
- “Vamos a ganar y los vamos a sorprender con el candidato”, le dijo Emilio Gamboa al petista Manuel Bartlett en una reunión de la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno del Senado.
Atestiguó el diálogo de Luis Sánchez, coordinador de la bancada del PRD en el Senado.
En otro encuentro más reciente, en sus oficinas, el coordinador de los senadores del PRI le comentó a un experimentado político de su partido que las cosas “ya están muy inclinadas hacia un lado”.
La sorpresa sería que el secretario de Hacienda no resultara el candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Las señales apuntan en su dirección, a pesar de que el priista mejor posicionado en las preferencias electorales es Osorio Chong.
A Meade le quitaron los candados para que, aun cuando no es militante del PRI, pudiese ser postulado.
Es uno de los cuatro que estaban en el Salón Adolfo
López Mateos cuando el mismísimo presidente Peña nos confirmó en corto —y en on the record— que allí estaba el próximo candidato del PRI.
Los otros que estaban eran Osorio, Narro y Nuño.
- No le veo sentido ético ni moral —mucho menos electoral— a la defensa que hace López Obrador del dirigente perpetuo del PT, Alberto Anaya.
El tabasqueño, quien encabeza las preferencias electorales en todas las encuestas, escribió ayer en su cuenta de Facebook que el petista contará “siempre con nuestro apoyo”.
¿Siempre? ¿A cualquier precio? Son preguntas.
No prejuzgamos sobre la culpabilidad de Beto Anaya en el escándalo del desvío de 100 millones de pesos que El Bronco le dio a dirigentes del PT para los famosos Centros de Desarrollo Infantil (Cendis).
Ya hay una averiguación previa abierta en la PGR en contra de Guadalupe Rodríguez, esposa de Anaya, y del dirigente del PT en Aguascalientes, por lavado de dinero.
La señora Rodríguez ya tiene, incluso, orden de aprehensión. Las autoridades la acusan de que en lugar de utilizar el dinero en los Cendis, los depositó en cuentas particulares.
Andrés Manuel ha hecho de la lucha contra la corrupción la principal bandera de su causa. Debería tener pudor de pronunciarse sobre el caso, por lo menos, hasta que se aclare si los recursos fueron, efectivamente, desviados.
- Cuenta el perredista galileo Fernando Belaunzarán, que al salir, ayer, de las oficinas de AMLO, le llamaron la atención por tomarse una Selfie.
“¿Quién te dio permiso de sacarte una foto en las escalinatas?”, le preguntó, en tono de reproche, una militante o trabajadora.
“Me saqué la selfie sin permiso”, presumió.
Belaunzarán se apersonó en las oficinas de El Peje a entregar una carta en la que le pregunta al poder de Morena ¿Por qué nos censuras?
Y es que el exlíder estudiantil no da crédito que el jefe máximo de Morena haya pedido en el INE que se suprima el programa Diálogos Galileos, programa de reflexión que se transmite en Efekto TV, sólo por el hecho de que
Mancera asistió para hablar de reconstrucción en la Ciudad de Mexico. Mancera es aspirante presidencial en el 2018 y su intervención en el Diálogos Galileos fue considerada por Morena como propaganda electoral.
El INE ya bateó la queja por “improcedente”.
Pregunta: ¿Y todos los spots en los que el tabasqueño aparece?
La paja en el ojo ajeno, pues.