Morelia, Michoacán.- En México cerca de la mitad de la superficie terrestre (45.2 por ciento) tiene suelos afectados por algún tipo de degradación y la principal causa es el cambio de uso de suelo para la agricultura y el uso pecuario con sobre pastoreo; en tercer lugar, está la deforestación que hasta uno de los últimos estudios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informa que esta causa afecta en un 7.4 por ciento.
Y es que a decir de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un estudio publicado en el año 2015, la degradación del suelo afecta el estado de salud del mismo, que como consecuencia trae una disminución en la capacidad del ecosistema para producir bienes y servicios; y esta degradación de suelos se puede dar de dos maneras: por la erosión del material original de la tierra, ya sea por agua o aire, o bien, por el deterioro de su calidad debido a procesos físicos, químicos o biológicos, ya sea naturales o por la mano del hombre.
En ese entendido, la degradación química responde a la presencia de sustancias extrañas en el suelo, provenientes de tiraderos de residuos sólidos urbanos, derrames, residuos industriales y el depósito sobre la superficie de compuestos acidificantes y en México, 34 millones de hectáreas, es decir el 17.9 por ciento del total del territorio, tiene este tipo de degradación.
Este tipo de factores generan un cambio en el medio ambiente que puede traer consecuencias como las sequías o la desertificación de la tierra, que en el caso concreto de Michoacán, afectan principalmente en la zona del Bajo Balsas de la Tierra Caliente, municipios como Churumuco, Turicato, Arteaga y La Huacana entre otros, ya presentan signos de sequías severas que podrían agudizarse de no registrarse las lluvias suficientes para mejorar la tierra y las presas.
Según un estudio de la Universidad Autónoma de México (UNAM) en coordinación con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en esa región se reportan ya dificultades que tienen que ver con el deterioro económico insostenible, el aumento del fenómeno de la migración, padecimientos que se agudizan o bien que eran poco conocidos, desarticulación familiar y precariedad alimentaria.
Aunado a la pérdida parcial o total del patrimonio campesino debido a la muerte del hato ganadero que no tiene cómo alimentarse e hidratarse, la aparición de nuevas plagas que afectan tanto a los habitantes como a los animales que posteriormente fallecen debido al poco o nulo control sanitario, agudización de conflictos locales e incremento de la delincuencia por buscar alimento o la manera de subsistir.
Y es que los estudiosos del tema, refieren que es una sequía que tiene tres años consecutivos con la posibilidad de que 2017 sea el cuarto, lo que traería mayores consecuencias e incluso, el abandono total de esas tierras que los convertiría en pueblos fantasmas o bien con cero productividad en cualquier ámbito. Y aunque los especialistas han pronosticado un 50 por ciento de lluvias en la temporada actual, no se tiene la seguridad de que el anuncio se pueda cumplir, pues los cambios en el medio ambiente cada vez son más dañinos para la tierra.
Es así, que en la entidad se ha fijado la atención en otra de las zonas con sequías visibles y en una zona relativamente cercana a la capital michoacana como lo es el Lago de Cuitzeo, que a decir de autoridades estatales se debe a la deforestación que se ha registrado en los alrededores del manto acuífero, misma que se da por los cambios de uso de suelo y la construcción de ollas de captación de agua que no permiten que el Lago se abastezca como debiera ser.
Esta sequía ha ocasionado tolvaneras que a su vez, redundan en pérdidas para el sector productivo como los balnearios y la pesca; así como problemas de salud en los habitantes del lugar y la falta del vital líquido. Ante la situación, legisladores han pedido la intervención de la federación para resolver la problemática, pues son varios los municipios que descansan en la ribera del Lago de Cuitzeo y que en su mayoría viven de la pesca.