Explorando las medidas contra la saturación turística en Santorini y su impacto en los residentes
La isla de Santorini en Grecia, enfrenta una crisis de turismo masivo que ha obligado a las autoridades locales a tomar acciones drásticas. El alcalde ha solicitado a los habitantes que eviten salir de sus casas debido al exceso de visitantes, especialmente en el encantador pueblo de Oia, famoso por sus atardeceres inigualables.
Con solo 15,000 residentes permanentes, la isla recibe a más de 5.5 millones de turistas cada año, causando una saturación insostenible.
Este fenómeno no es reciente, pero ha llegado a un punto crítico en 2023. Durante este año, Santorini acogió a 800 cruceros que trajeron 1.3 millones de turistas, y el aeropuerto de la isla vio un récord de 811,000 llegadas internacionales, superando las estadísticas antes de la pandemia.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha reconocido la problemática y ha anunciado iniciativas para restringir la llegada de cruceros a Santorini y Mykonos, las islas más afectadas.
Estas políticas, que se implementarán en 2025, podrían incluir limitaciones en los puntos de atraque y un sistema de licitación para los buques.
Mitsotakis enfatizó que Santorini es “la isla más sensible” a la presión turística y que las acciones son cruciales para mantener la seguridad y calidad de vida.
La vida diaria en Santorini se ve gravemente afectada por la saturación turística.
Nikos Zorzos, el alcalde, ha propuesto detener la emisión de nuevas licencias para construcciones hoteleras y ha criticado la sobreconstrucción en la isla, donde el 20% del territorio está edificado, superando incluso la densidad de Ática, hogar del 50% de los griegos.
El tráfico es otro desafío significativo. En temporada alta, la isla se satura con cientos de autobuses y vehículos, causando caos en las estrechas calles de la capital y otros sitios turísticos.
La infraestructura también está al límite, con el consumo de agua y electricidad duplicándose en los últimos años. Estos problemas se discutieron en la conferencia “Insularidad y sostenibilidad: islas al borde del colapso“, organizada por la Universidad del Egeo.
A pesar de las propuestas como la implementación de una tasa turística para cruceros, las restricciones legales limitan su efectividad. Además, el turismo ha impactado negativamente en la agricultura local, como los viñedos, cuya producción ha decrecido drásticamente.
Santorini ilustra el dilema del turismo masivo: aunque es una fuente vital de ingresos y empleo, también plantea retos significativos para la sostenibilidad y la calidad de vida de los residentes. Las medidas de las autoridades buscan un equilibrio para proteger la isla para las futuras generaciones.