Descubre cómo la microbiota intestinal influye en la salud cerebral y el bienestar emocional
El interés en el impacto de la microbiota intestinal en la salud general, y en particular en la salud del cerebro, ha ido en aumento dentro de la comunidad científica y médica. Se ha descubierto que la microbiota no sólo protege contra enfermedades como la colitis y el cáncer colorrectal, sino que también juega un papel crucial en la regulación de la función cerebral y el comportamiento.
GUT Microbiota for Health detalla cómo, a finales del siglo XX, se descubrió que la vasta comunidad de microorganismos en nuestro intestino es un actor clave en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Este descubrimiento llevó a la acuñación del término ‘eje microbiota-intestino-cerebro’, que se refiere a la interacción entre nuestra microbiota intestinal y nuestro sistema nervioso central.
Los trastornos del estado de ánimo y la motilidad intestinal pueden estar relacionados con alteraciones en la comunicación entre la microbiota y el cerebro. Condiciones como el síndrome de intestino irritable, la depresión y la ansiedad se ven influenciadas por esta relación. ‘GUT Microbiota por Health’ señala que los microbios intestinales interactúan con el cerebro a través de neuronas específicas, hormonas y proteínas inmunitarias. A raíz de esto, se ha desarrollado el concepto de ‘psicobiótico’ para describir intervenciones dietéticas que pueden tener efectos positivos en la salud mental.
Beneficios de la microbiota intestinal en la salud cerebral
Según ‘GUT’, los enfoques psicobióticos como una dieta rica en fibra, probióticos y alimentos fermentados pueden fomentar el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, reduciendo el estrés y mejorando el ánimo. Además, una dieta con abundantes vegetales, cereales y legumbres, y baja en carnes y alimentos procesados, puede contribuir a aliviar la depresión y a potenciar la función cognitiva.
Los probióticos mejoran la digestión y fortalecen las defensas naturales. Su suplementación puede disminuir la respuesta al cortisol y la ansiedad, así como incrementar la flexibilidad cognitiva y la atención. Por otro lado, los alimentos fermentados han demostrado ser capaces de atenuar los síntomas físicos del estrés y contrarrestar el cortisol salival.
Otras estrategias psicobióticas incluyen el uso de simbióticos, posbióticos y trasplantes de microbiota fecal, este último con un papel significativo en la prevención del cáncer colorrectal y el tratamiento de trastornos como la obesidad y colitis. Un estudio realizado por Rongfu Wang, profesor adjunto en oncología por el Hospital Houston Methodist, utilizó secuenciación metagenómica para identificar bacterias asociadas con el cáncer.