Los artistas plásticos inscritos al SAT pueden pagar impuestos mediante la entrega de obras de arte de su autoría mediante el programa Pago en Especie
Los artistas plásticos en México, es decir, los especializados en producir grabado, pintura, escultura, fotografía, instalación y arte digital; pueden aprovechar el Programa Pago en Especie para pagar sus impuestos con sus obras al Servicio de Administración Tributaria (SAT), esto desde mediados del siglo XX.
El objetivo del programa es consiste en el apoyo a los artistas con sus obligaciones fiscales, esto también permite al SAT contribuir en el robustecimiento del patrimonio cultural de la nación.
Las obras recibidas posteriormente son sorteadas entre la federación, estados y municipios para ser exhibidas en los museos abiertos al público en todo el territorio nacional.
“Lucila y los judas”, por ejemplo, es una pintura de Diego Rivera y es parte de la Colección de Pago en Especie del SAT.
¿Quién puede participar?
Artistas mexicanos y extranjeros, dedicados a las artes plásticas y visuales; residentes en el país, e inscritos al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) pueden ser beneficiarios del programa en su declaración anual (de febrero a abril).
Las obras deberán ser representativas de la producción del artista y producidas en el año que corresponda al pago. Además, tendrán que cumplir los siguientes requisitos:
- Pinturas y grabados: deberán estar firmados, fechados, enmarcados, armellados y alambrados. Los grabados contarán, también, con número de serie.
- Esculturas: deberán estar firmadas, fechadas y con número de serie.
Fotos: Internet
La cantidad de obra que haya vendido el artista en el año, determinará la cantidad de esta que deberá entregar al SAT.
Por ejemplo, si vende hasta 5 obras de arte en el año, le corresponderá pagar con una obra; y así progresivamente.
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La historia
En el año de 1957, un grupo de artistas encabezados por David Alfaro Siqueiros solicitó al entonces director del Impuesto sobre la Renta, Hugo B. Margáin, la opción de pagar sus impuestos mediante obra plástica de su autoría. La propuesta fue aprobada y formalizada por decreto presencial hasta 1975.
Desde entonces, grandes artistas como Diego Rivera y Rufino Tamayo han aprovechado esta modalidad; lo que ha permitido que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público cuente con una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más importantes del país.
Ocasionalmente, algunas piezas de esta colección son exhibidas en galerías y museos de México.