Rondas Comunales opción para combatir al crimen, el excomandante de la 21 Zona Militar reflexiona en torno a la estrategia de seguridad, reconoce la presencia de dos cárteles y 10 células que se disputan el estado.
Morelia, Mich.- En Michoacán operan principalmente dos organizaciones delictivas, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cárteles Unidos, los que a su vez tienen células locales como La familia Michoacana, Los Correa, Independientes, Los Metros, Reductos, Templarios, Generación Morelia, Los Piojos, Los López y Blancos de Troya, reconoce el general retirado, Gerardo Merida Sánchez.
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Al brindar la ponencia “Estrategia de seguridad pública para Michoacán, una perspectiva jurídica”, el excomandante de la 21 Zona Militar reconoció que en la región de Tierra Caliente de la zona de Nuevo Urecho, se respeta más al jefe de plaza que a las propias autoridades, además de que el crimen organizado recluta a campesinos sin oportunidad laboral.
Lo anterior lo aceptó, tras la crítica que hicera una mujer proveniente de Nuevo Urecho, quien tomó el micrófono para reclamarle que la estrategia de seguridad que se ha venido implementando no sirve y las comunidades se encuentran en manos del crimen organizado, pues es el jefe de plaza el que cobra piso y hace de juez y parte en conflictos hasta maritales.
Mérida Sánchez precisó al iniciar su ponencia que lo expuso era a título personal sin embargo refirió que lo expuesto era parte de lo que experimentó en su paso por Michoacán, donde el principal motivo de confrontación entre los cárteles y sus células es por la producción, venta y trasciego de droga; el cobro de cuota a empresarios y agricultores; el robo de vehículos; el robo de transporte de carga y el huachicol.
Dicha pugna, ahondó, deriva en enfrentamientos entre los propios delincuentes y autoridades de seguridad de los tres niveles de gobierno con mayor recurrencia en Zamora, Jacona, Uruapan, Morelia, San José de Gracia, Puruándiro, Chinicuila y Jiquilpan.
Para Mérida Sánchez el incremento en el homicidio es una realidad pero sobre todo porque hay una cifra negra que no se conoce pero que existe, destacando que la solución para la inseguridad que se vive y lamentablemente se ha acrecentado, esta en la corresponsbilidad entre autoridades y ciudadanos.
El tema dijo no es la coordinación entre Federación, Estados y municipios, sino el cumplimiento de la ley y la eficacia del estado de derecho, lo que le llevó a realzar la presencia de las fuerzas castrenses, pues éstos cumplen a cabalidad las órdenes que se les indica.
Tal es el caso de la detención que las fuerzas militares llevaron a cabo en el municipio de Huetamo, cuando en 2019 él comandaba la 21 Zona Militar. La detención de delincuentes, incautación de cinco armas y vehículos no fue puesta a disposición, pues una orden superior determinó la libertad y la entrega del decomiso, acto que no cuestionó sino cumplió.
Para el militar retirado Michoacán tiene problemáticas distintas por la diversidad regional que presenta, lo que implica que la seguridad pública no llegue a los últimos rincones.
Aunado a ello oberva que aun cuando se llevan a cabo “acciones contundentes y existen puestas a disposición de la autoridad ministrerial, el mismo Código Nacional de Procedimeintos Penales por ser garantista, permite que no se pueda consolidar una carpeta que al final o al cierre de la misma, exista una sentencia ejecutoria con prisión preventiva”.
Para el militar no son una opción las llamadas autodefensas, pues esta transitan fuera de la ley, sin embargo lo que ve con buenos ojos y una forma de combatir a la delincuencia es la creciente presencia de las Guarichas o Guardias Comunales, el camino que desde su punto de vista, deja de manifesto una oportunidad para que los mismo comuneros incidan en el resguardo de sus regiones y por ende generen la paz que tanto hace falta.
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