Estudio revela la relación entre el consumo de carne procesada y un mayor riesgo de cáncer colorrectal.
Ciudad de México.-El alto consumo de carne roja y procesada se ha vinculado con un riesgo de incremento en la probabilidad de contraer cáncer colorrectal, según Tania Aburto Soto, investigadora en Ciencias Médicas del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
La ingesta diaria de 50 gramos de productos como salchichas, jamón y carnes curadas puede elevar en un 18% el riesgo de esta enfermedad. Esto se atribuye a las nitrosaminas, agentes nocivos que afectan las células digestivas.
Estos compuestos se originan por la interacción de aminas en las carnes y nitritos utilizados para la preservación de alimentos procesados, los cuales también les otorgan su color y sabor característicos. Aunque los nitritos también se encuentran de manera natural en otros alimentos y no representan un peligro en sí mismos, su combinación con aminas resulta problemática.
El consumo de carnes procesadas no solo está relacionado con el cáncer colorrectal, sino también con enfermedades como la ateroesclerosis, la resistencia a la insulina y problemas en las células endoteliales. Se estima que la prevención de estos productos podría reducir hasta en un 20% los casos de cáncer colorrectal.
Por otro lado, la carne roja, especialmente cuando se cocina a altas temperaturas, puede acumular aminas heterocíclicas, otro tipo de carcinógenos. A pesar de ser rica en nutrientes esenciales, su consumo excesivo se asocia a afecciones cardíacas, diabetes y enfermedad hepática.
La sustitución de carnes rojas por opciones más saludables como pescado y legumbres, incluyendo frijoles y lentejas, puede disminuir el riesgo de padecimientos cardiovasculares y diabetes tipo 2. Una dieta balanceada que combine proteínas vegetales con cereales integrales y legumbres puede ofrecer los nutrientes necesarios sin los riesgos asociados a la carne procesada y roja.
Los estudios indican que reemplazar una porción de carne roja con proteínas de origen vegetal podría reducir la mortalidad en un 10%, y en un 14% si se opta por granos integrales. Siguiendo estas recomendaciones, se podrían evitar un significativo porcentaje de muertes relacionadas con el consumo excesivo de carne roja.
La Comisión EAT-Lancet sugiere un consumo moderado de 28 gramos de carne roja al día como parte de una dieta equilibrada y responsable con la salud.