La capirotada es un postre tradicional de Michoacán preparado con pan cubierto de miel, típico de los días de Cuaresma y Semana Santa
Cuando pensamos en postres de Michoacán para la Cuaresma y Semana Santa, la capirotada es de los primeros que nos vienen a la mente. Claro, que también tenemos el arroz con leche, los chongos zamoranos, las jericayas, el pastel imposible y unos cuantos más.
La receta de la capirotada consiste en pan tostado o añejado, el cual se corta en rebanadas que son bañadas por un jarabe de piloncillo y cubiertas de pasas, nueces, cacahuates y queso rallado.
Significado de la capirotada en la Cuaresma
La capirotada es un postre que se consume sobre todo en Cuaresma.
Este plato tiene una larga tradición en la cocina mexicana y se sabe que llegó a nuestro país en la época de la Conquista, pues era consumido por los españoles.
Durante la década de los años 60 y 70, la capirotada era uno de los postres más comunes en los hogares mexicanos.
En algunas regiones, la capirotada tiene un simbolismo religioso. Se dice que el pan simboliza el cuerpo de Cristo y la miel de piloncillo, su sangre. Además, las especias que se utilizan en la preparación de este platillo, clavos y canela, simbolizan los clavos y la cruz de la Pasión de Cristo.
Sin embrago, no existe una “versión oficial” de la Iglesia Católica en la que se reconozca esta tradición.
Para los católicos, la Cuaresma es un tiempo de reflexión, penitencia y preparación para la Semana Santa, donde se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
La tradición católica manda mantener ayuno y abstinencia de comer carne durante el Miércoles de Ceniza y todos los Viernes de Cuaresma, así como el Viernes Santo.
Pero hoy te daremos la receta de una deliciosa capirotada tradicional muy fácil de preparar y explicada paso a paso.
Elaboración paso a paso
- Vamos a comenzar por precalentar el horno a 180°C.
- Luego, prepararemos un jarabe de piloncillo. Para esto, calentaremos una olla con el agua, la canela y los clavos, y pondremos este ingrediente a disolverse. Si deseas que se disuelva más rápido, puedes cortarlo en trozos previamente.
- Mientras tanto, vamos a rebanar el pan con un buen cuchillo de sierra, para que las rebanadas queden uniforme y completas.
- Cuando el piloncillo esté disuelto, agregaremos las pasas al jarabe. Las dejaremos el tiempo suficiente para que se hidraten e inflen. Luego, apagaremos la preparación.
- Para continuar, vamos a calentar un chorro de aceite en un sartén grande. Allí freiremos las rebanadas de pan por ambos lados, lo suficiente para que terminen doradas y un poquito crujientes.
- Lo siguiente será preparar el postre para llevarlo al horno. Necesitaremos un gran recipiente dónde colocar los panes y bañarlos con el jarabe de piloncillo. Antes de verter la miel de piloncillo, esparciremos los cacahuates, la nuez y el coco rallado por encima de los panes (es recomendable hacer esto antes y no después, para evitar el riesgo de que estos frutos se quemen en el horno).
- Coronaremos la preparación con el queso y la enviaremos al horno entre 15 y 20 minutos.
- Luego de sacar del horno, la capirotada ya estará lista. Es recomendable servirla caliente o tibia.
Listo, a disfrutar estos días Santos con este delicioso postre típico de Michoacán.
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