¿Quién del MORENA por la Gubernatura de Michoacán?
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Para revertir la mala reputación de un partido político, se puede hacer con neuromarketing, que es la mezcla entre neurociencia y mercadotecnia. No es complicado, pero definitivamente debe hacerse con mucho profesionalismo, constancia, consistencia y paciencia, para que los militantes, simpatizantes, la prensa y los ciudadanos, puedan ver los resultados.

Es sabido que los partidos políticos en México desde hace muchos años se encuentran en los últimos lugares en el índice de confianza y aceptación entre los mexicanos; el problema de esto, es que parece que a los partidos no les importa tener una mala reputación y procuran auto-engañarse y engañar para esquivar los señalamientos de la prensa y de los ciudadanos. Por ejemplo, si aparece un pésimo político de X partido, que resultó corrupto, ratero, violador de derechos humanos o que se condujo de manera deleznable ante la sociedad, impactando en la reputación de su partido, el partido político por lo general sale a declarar públicamente que: “el personaje, es un ente individual” y su conducta no corresponde al partido político o a la conducta de los demás militantes del partido político. En palabras comunes, el partido político “se deslinda”.

El problema de esta idea, es que no se comprende que el tema de reputación de una marca política debe cuidarse desde todos los flancos; así por ejemplo, el partido X es la marca madre y cada militante –por muy abajo que esté en la estructura del partido-, es una submarca que siempre jugará a favor o en contra de la marca madre. Ni más, pero tampoco menos. Por ello salir a decir que X personaje es “independiente” del partido o de la conducta del resto de los militantes del partido, no funcionará para beneficio del propio partido, pues éste, como marca madre perderá reputación ante la percepción de los ciudadanos.

Ya en marzo de 2017, la empresa buendía&laredo presentó su Encuesta Nacional Trimestral marzo 2017, en la cual los partidos políticos aparecieron en el último lugar con un 51% de rechazo de parte de la población, contrario a la Marina, que apareció como la institución con menos rechazo; apenas el 8% Las cifras son demoledoras porque los partidos políticos son rechazados por completo, y si estas cifras no son aceptadas por los partidos, están condenándose a perder más espacios pues cerrarán los ojos, le apostarán al olvido de los ciudadanos –dicen ellos- y no harán nada para revertir su mala reputación.

Bueno, y ¿cómo hacerle para revertir la mala reputación de un partido político? Lo primero que sugiero a los partidos –a sus dirigencias, militantes y simpatizantes-, es comprender que el cerebro de los seres humanos funciona como el cerebro de los gansos. ¿Increíble, no?

Los ansarinos, que son las crías de ganso, cuando salen de sus huevos, se apegarán a lo primero que esté cerca de ellos y que se encuentre en movimiento, y con toda seguridad, serán fieles a esta impresión y decisión de apego por mucho tiempo. Con frecuencia, al primer “objeto” que un ansarino ve en movimiento es la mamá gansa, por ello, siempre se les verá en fila y detrás de su mamá.

Quizá se pregunten, ¿y qué tienen que ver los ansarinos con mejorar la reputación de un partido político? Bien, la estrategia que sugiero es aplicar neuromarketing de forma profesional y de forma simple. Consideren lo siguiente: si el cerebro de los seres humanos funciona mucho como el de los gansos, quiere decir que somos proclives a quedarnos “marcados” -por mucho tiempo- con la primera impresión y la primera decisión que observamos y tomamos. Ojo con esto, porque aquí está la clave.

Pongamos un ejemplo: ¿Les ha ocurrido que asisten a un evento de partido político y los políticos anfitriones del evento llegan tarde o el evento comienza más tarde de la hora de cita? Si es así, quiero decirles que el partido político se está generando un daño casi irreparable, ¿por qué? porque la primera impresión y la primera decisión de un ser humano es prácticamente una estaca que nos mantendrá pegados a lo visto y decidido. Por  ello, los militantes y simpatizantes, la prensa y los ciudadanos que asisten a un evento de partido político que inicia tarde, porque sus anfitriones llegan tarde o muy tarde, están anclando a su cerebro esa idea negativa hacia el partido y será muy complicado que el partido se quite la reputación de: incumplidos, irrespetuosos, siempre comienzan tarde, etc. La mala reputación de un partido político como marca y de todos, absolutamente todos sus militantes como submarcas, está garantizada, tan sólo por iniciar tarde sus eventos.

¿Qué hacer entonces? Lo más simple y lógico. Cumplir con la hora de cita, e iniciar los eventos con las personas que estén. Desde luego, que al principio estarán pocos en el público, inclusive habrá poca prensa porque también ya están anclados a la idea de que en X o Z partido político siempre inicia tarde, sin embargo, poco a poco y a través del tiempo, se podrá quitar un ancla para poner una nueva, que sea positiva y a favor del partido y de sus militantes.

¿Y qué hacer si la dirigencia del partido político tiene la costumbre de iniciar tarde? A ti, político en lo individual, como submarca, te sugiero ser auténtico si quieres mejorar tu reputación. Inicia a tiempo tus eventos, pues no sólo la gente te lo agradecerá, sino que estarás generando un ancla en el cerebro de los demás que harán que tu marca sea más poderosa y aceptada.

Por cierto, ya vienen las campañas y será un gran momento para ganar terreno frente a tus rivales. Si eres aspirante y mañana serás candidato, te sugiero ser muy puntual en tus eventos; te aseguro que ganarás puntos y con seguridad avanzarás en el logro de tus objetivos.

@christian_gtz

*El autor es licenciado en derecho, con estudios de maestría en Ciencia Política y maestría en Neuromarketing, y con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas. Actualmente, cursa un diplomado en Marketing Político.