Revelan que Anthony Blunt fue un espía soviético que operó en Buckingham durante varios años.
Reino Unido.-Durante casi diez años, los servicios secretos británicos mantuvieron en secreto a la reina Isabel II la verdad sobre uno de sus cercanos colaboradores, quien había admitido trabajar para Rusia, de acuerdo a documentos recientemente desclasificados que datan de la era de mediados del siglo XX en el que señalan que Anthony Blunt fue un espía soviético que operó en Buckingham.
El implicado, Anthony Blunt, era un reconocido historiador del arte encargado de la colección real, quien en 1964 reveló a las autoridades que había sido agente de la Inteligencia Soviética desde la década de 1930, incluso durante la Segunda Guerra Mundial.
El MI5, por temor a que la información llegara a la reina a través de otras fuentes en caso de la muerte de Blunt o investigaciones periodísticas, decidió informarle recién en los años setenta, según reporta la BBC.
Los documentos ahora públicos muestran que la reina Isabel II recibió la noticia sobre Blunt con gran calma y sin mostrar sorpresa. Blunt había conseguido mantener su doble vida en secreto hasta 1951, cuando dos excompañeros escaparon a la Unión Soviética.
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Su confesión le otorgó a Blunt inmunidad contra posibles acciones legales, aunque su identidad como espía ya era conocida públicamente desde 1979, cuando la entonces primera ministra, Margaret Thatcher, lo mencionó en el Parlamento. Blunt falleció en 1983.