El retiro de juegos mecánicos en el Bosque Cuauhtémoc en Morelia marca un cambio hacia un parque moderno, replicando el modelo del Boulevard García de León.
Morelia, Michoacán.-El gobierno municipal de Morelia, encabezado por Alfonso Martínez Alcázar, confirmó el retiro definitivo de los juegos mecánicos del Bosque Cuauhtémoc, con el objetivo de replicar el modelo de rehabilitación aplicado en el Boulevard García de León.
La medida, aunque justificada por la administración como una apuesta por la modernización y recuperación de un espacio público, actualmente explotado por un particular, también pone fin a una tradición entrañable que ha sido símbolo de accesibilidad, recreación y memoria cultural para las familias morelianas.
Durante décadas, los juegos mecánicos del Bosque Cuauhtémoc formaron parte del paisaje y la identidad de este emblemático parque. La oruguita, con su recorrido ondulante y rítmico, arrancaba gritos y sonrisas a los más pequeños.
La rueda de la fortuna, al girar lentamente, ofrecía una vista privilegiada del parque, convirtiéndose en un momento especial para familias y parejas; los carritos chocones, siempre bulliciosos, permitían a niños y adultos soltar carcajadas en medio de impactos amistosos.
Pero, sin duda, el trenecito mecánico era el alma del parque: un recorrido pausado, lleno de magia y nostalgia, único en su tipo en la ciudad, apenas comparable con el tren del zoológico de Morelia, pero con una personalidad y tradición propias que hicieron de este atractivo una experiencia inolvidable para generaciones enteras.
La salida de los juegos mecánicos del Bosque Cuauhtémoc de Morelia
La resolución del Cabildo, tomada el pasado lunes, declaró improcedente la solicitud de renovación de permisos de los operadores de los juegos mecánicos, cuya concesión venció en 2021.
Si bien en años anteriores se otorgaron prórrogas para mantenerlos en funcionamiento, estas nunca se concretaron, lo que llevó al gobierno municipal a determinar el cierre definitivo del ciclo y la recuperación del espacio.
Entrevistado este martes, el alcalde Alfonso Martínez aseguró que en lugar de los juegos mecánicos se instalarán “muchos juegos” gratuitos, aunque no detalló cuáles serán las estructuras ni sus características, y tampoco detalló si serán mecánicos.
Argumentó que la intervención busca convertir al Bosque Cuauhtémoc en un espacio moderno, seguro y accesible para todas las familias, como parte de un plan de rehabilitación proyectado para 2025 o 2026.
Indicó que se busca replicar el modelo de parque construido en el bulevar García de León, y que los operadores de los juegos mecánicos a buscar alternativas privadas para continuar con su actividad.
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Contraste entre dos visiones del parque
El retiro de los juegos mecánicos representa un cambio en el concepto de parque: de un espacio tradicional, con opciones de diversión asequibles y de estilo feria, a un modelo basado en la modernización y en estructuras similares a las del Boulevard García de León.
Este parque, rehabilitado durante la primera administración de Alfonso Martínez, ofrece un diseño enfocado en la recreación para todas las edades. En la sección infantil se instalaron resbaladillas, columpios, redes para escalar, túneles y pasamanos modulares.
Además, los juegos cuentan con pisos de caucho que amortiguan caídas y garantizan la seguridad de los niños. La modernización incluye también áreas de juegos sensoriales, que promueven el desarrollo motriz y cognitivo de los menores.
Para jóvenes y adultos, el Boulevard García de León integra gimnasios al aire libre, con aparatos que permiten trabajar fuerza, resistencia y flexibilidad, así como barras de calistenia para rutinas más exigentes.
Las canchas multiusos y las amplias pistas para caminar, correr o andar en bicicleta complementan la oferta, mientras que los espacios abiertos han sido aprovechados para actividades como yoga, tai chi y ejercicios de bajo impacto.
Los adultos mayores también tienen un lugar en este modelo de parque: se instalaron ejercitadores específicos que ayudan a mejorar la movilidad y la salud cardiovascular, reforzando así la inclusión y la convivencia en un entorno accesible y funcional.
Lo que pierde el Bosque Cuauhtémoc: la tradición de la feria popular
El contraste entre los juegos mecánicos del Bosque Cuauhtémoc y las estructuras del Boulevard García de León va más allá de lo visual.
Los juegos mecánicos eran una opción de recreación económica y de gran valor tradicional para las familias morelianas.
Eran parte de una tradición viva que ofrecía una experiencia única: una feria permanente en el corazón de la ciudad.
El sonido metálico de la oruguita, el zumbido constante de la rueda de la fortuna y el pitido característico del trenecito mecánico componían una banda sonora familiar, inseparable de los recuerdos de la infancia de miles de personas.
Mientras que los nuevos modelos de parque apuestan por la seguridad, el diseño moderno y la multifuncionalidad, el encanto de la feria que albergaba el Bosque Cuauhtémoc difícilmente puede replicarse.
Aquí, el trenecito ofrecía no sólo un recorrido, sino una experiencia nostálgica, única en su tipo en Morelia, que ahora queda en el pasado.
Una decisión con implicaciones culturales
La salida definitiva de los juegos mecánicos no es sólo una decisión administrativa: representa un cambio en la forma en que el gobierno municipal entiende y gestiona los espacios públicos.
Aunque la modernización busca ofrecer áreas funcionales y accesibles para todos, el retiro de los juegos mecánicos rompe con una tradición arraigada que permitió a familias de bajos recursos disfrutar de momentos de recreación asequibles y memorables.
La apuesta del gobierno por replicar el modelo del Boulevard García de León en el Bosque Cuauhtémoc trae consigo beneficios tangibles, pero deja en el aire la pregunta sobre el equilibrio entre modernización y conservación del tejido cultural y social de la ciudad.
Lo que para algunos será un parque renovado y funcional, para otros representa la desaparición de una tradición popular que durante generaciones hizo del Bosque un lugar único y lleno de vida.