La SEE aclara la situación sobre las presuntas anomalías en las obras educativas de Michoacán.
Morelia, Michoacán.- La Secretaría de Educación en el Estado (SEE) respondió ante las posibles “anomalías” en las obras de infraestructura educativas que ejecuta la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), específicamente de la que se construye en la comunidad de José Cuaro, en el municipio de Huandacareo.
La postura institucional de la Secretaría de Educación, enviada a esta redacción fue la siguiente:
“En el intercambio que se tiene con SCOP no hay reportadas anomalías con respecto a esa obra, la postura es atender y en caso de que llegara a haber algún reporte de alguna situación se revisaría de manera conjunta y ellos operar la parte del arreglo y la corrección si llega a necesitar algún ajuste, pero por ahora no hay ningún reporte de esa obra en específico”.
Sin embargo, en entrevista al respecto de posibles irregularidades o bien, obras de infraestructura educativa de mala calidad, la titular de la Secretaría de Educación, Gabriela Molina Aguilar, declaró que el tema de la supervisión de obras está en la cancha de “otra Secretaría”.
“Nuestro trabajo es sólo planear y sobre todo validar; ya la supervisión corresponde a otra Secretaría”. Respondió a pregunta expresa; sin embargo, en distintas publicaciones en las redes sociales, es la propia funcionaria estatal o bien, la dependencia que encabeza, la que publica información con la palabra “supervisión”, ya sea de obra o de avances de las mismas.
Hay que recordar que esta redacción evidenció una obra que, tras consultar a un ingeniero especialista en supervisión de infraestructura educativa, confirmó que la construcción es de mala calidad así como los materiales.
Entre los “errores” más visibles, están: la losa sobre otra losa (techo sobre techo de otro salón); la falta de nivelación y la falta de un castillo divisorio para reforzarla; así como el incumplimiento en la normativa en materia de edificación, que señala que debe haber una separación mínima de 3 metros entre una construcción ya existente y la que se va a levantar.