Ciudad de México.- En referencia a la primera ronda para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que tiene lugar en Washington del 16 al 19 de agosto, el Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Pablo Escudero Morales, aseguró que “se trata de un proceso de la mayor importancia para la prosperidad y la competitividad en América del Norte en su conjunto” y subrayó la relevancia del papel que comenzó a desempeñar ya el grupo de Senadores que conforman la delegación de acompañamiento de esta negociación.
La delegación de Senadores está integrada, por mandato de la Mesa Directiva, por las Senadoras Marcela Guerra Castillo (PRI), María de los Dolores Padierna Luna (PRD), y los Senadores José Ascensión Orihuela Bárcenas y Ricardo Urzúa Rivera (PRI), Ernesto Javier Cordero Arroyo, Héctor Larios Córdova y Héctor David Flores Ávalos (PAN), Juan Gerardo Flores Ramírez (PVEM) y Mario Delgado Carrillo (PT).
Además de encomiar la solidez y el talento de los integrantes que conforman el equipo negociador mexicano y recordar que el Senado les respalda de manera contundente, enfatizó que el acompañamiento del Poder Legislativo, así como del sector empresarial y eventualmente el de otros grupos interesados, “resulta fundamental no sólo para dar certidumbre a la Nación entera sobre la transparencia con que se conduce la participación mexicana en el proceso y se articulan nuestros intereses nacionales sino también para robustecer la capacidad negociadora del país”.
“Sin la menor duda -refirió- la participación de este grupo de legisladores sirve también al propósito de articular posiciones compartidas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo con miras hacia la adopción del instrumento”. También señaló que “es común ver posiciones duras en el arranque de una negociación y todos tenemos claro que ésta no será una negociación fácil”.
Escudero Morales recordó, además, que el pasado 16 de agosto, durante su Sesión Ordinaria, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión emitió un Pronunciamiento en el que resalta que México está listo para modernizar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá siempre y cuando el esfuerzo parta de la premisa “de alcanzar acuerdos que beneficien a los tres socios y a la mayoría de su población”.
De eso depende, enfatizó, que el TLCAN mantenga su naturaleza original como “el símbolo y la pieza principal de un nueva cooperación norteamericana como lo fue hace 23 años.
El Presidente del Senado Mexicano exhortó también a la opinión pública, a los actores políticos y a los sectores estrechamente asociados al proceso a dar un voto de confianza a los esfuerzos que el Estado Mexicano en su conjunto ha comenzado a desplegar para que, a pesar de las dificultades y complejidades intrínsecas de esta negociación, el resultado de la misma “sea el mejor de los resultados posibles para profundizar la integración comercial, aprovechar las ventajas de la economía del siglo XXI y promover la competitividad de la región en su conjunto.”