El grito es para que resuene por todas las regiones y en todas las oficinas de gobierno de todos los niveles, es para que llegue a los diputados locales y federales y a los Senadores de Michoacán, y que alguno tome el reto de poner a discusión el rescate de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Resulta lamentable el rescate bancario realizado por el gobierno que ha permitido que los activos de los bancos lleguen a un aproximado del 50% cincuenta por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que salvo a bancos y banqueros extranjeros y solo algunos nacionales. Lo he dicho, quizás no había otro remedio, pero ahora el costo es demasiado alto y los mexicanos no tenemos porque pagarlo.
Después de FOBAPROA, el gobierno también rescato a los dueños de las carreteras ya que no tenían las ganancias esperadas y padecían los efectos de la crisis. De manera mas discreta pero no menos lamentable se apoyo para que los dueños de las concesiones mantuvieran su negocio. Total, ya se hizo, ya se aprobó, ya los estamos pagando todos los mexicanos, ya tributando de manera directa o indirecta, pero todos pagamos.
Los dos rescates es historia vivía, duele a los mexicanos que tienen que padecer el yugo opresor del capitalismo y su cómplice el gobierno.
A todo lo anterior se suma la venta del petróleo y los activos de PEMEX para ahora convertirlos en propiedad de particulares. Una empresa que se nos dijo estaba en franca decadencia y sin posibilidad de explorar las aguas profundas donde seguramente se encontraban los pocos recursos que pudieran quedarnos. Hoy, los medios de comunicación nos informan que los empresarios petroleros han encontrado un gran yacimiento en aguas superficiales o someras.
Todo ha resultado un engaño, desde el rescate de los bancos, las carreteras y ahora el petróleo. Solo han provocado docenas de nuevos multimillonarios.
Para estos procedimientos hubo férreos defensores de la necesidad de proceder de esa manera y, todos los diputados aprobaron los decretos correspondientes. Nadie se opuso con seriedad, ni los caudillos que ahora quieren ser candidatos encabezando la izquierda mexicana.
Hoy tampoco nadie dice nada de la educación superior y específicamente de la necesidad de rescatar financieramente a la Universidad Nicolaita.
La universidad agoniza por falta de dinero, su oxigeno se acaba y a nadie parece importarle.
Tímidos oficios de la rectoría informan de la escasez de recursos y de la imposibilidad de pagar en próximas quincenas. No se ven pasos en serio para resolver el problema, por ejemplo, el rector no ha informado de los que cobran como investigadores, lo que hacen y si en verdad desquitan el sueldo. Si, ya sabemos existe una auditoria, pero como siempre es cuando el mal esta ocasionado.
Es conveniente que el Rector informe las medidas que está tomado para recomponer las finanzas desde el interior, pero aun así, es necesario que las voces del exterior se escuchen para salvar a nuestra querida Universidad.
¿Sirven de algo medallas, diplomas, preseas otorgadas a la Universidad? Incluso se ha llegado a proponer que se le agregue un adjetivo al nombre oficial, ¡como si eso ayudara!
Pronto se trabajará en el presupuesto y, es ahí donde se puede ver la voluntad del Congreso del Estado y del gobierno. Las ganas de ayudar deben traducirse en más recursos económicos, para cerrar el año y para fomentar la investigación, de otra manera es puro discurso populista. El Ejecutivo debe proponer y los diputados aprobar y aumentar si es insuficiente la propuesta del gobernador, ahí veremos si en verdad tienen amor a la máxima casa de estudios.
Ya el gobierno rescato bancos, empresarios carreteros, vendió el petróleo ¿en verdad, no podrá hacer algo por una de las Universidades de más prestigio y tradición en el país?
La pregunta está hecha y, no dudo del patriotismo de los que ahora nos representan, realmente ahora es necesario que lo demuestren.
El rector por su parte deberá revisar al interior y suprimir gastos innecesarios, es impostergable el tema de los investigadores, con ello dará muestra de trabajo y ganas de hacer bien su trabajo.
Todos los michoacanos estamos atentos al tema, esperamos buenas noticias de todos los frentes, aun de la propia Secretaria de Educación Pública Federal, pues no basta dejar a los amigos en la rectoría, hay que apoyarlos con recursos.
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