Este fin de semana acaba de conmemorarse tanto el grito de Dolores como el desfile de la Independencia, para celebrar el inicio de la lucha emancipadora de México en el año de 1810. Sin embargo en el mes de septiembre además de este evento, ocurrieron otros acontecimientos también muy relevantes. Acaso para la mayor parte de la sociedad el más importante y conocido es la conmemoración de la lucha de la independencia el 16 del señalado mes, pero hay otras fechas que también deben ser recordadas para servirnos de reflexión sobre lo que realmente estamos celebrando.
La actual celebración del grito se da en la noche del 15 de septiembre y no el 16, esto se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando el general Porfirio Díaz, que en ese momento ejercía la presidencia federal, decidió cambiar la fecha, aprovechando que era también el día de su cumpleaños, se dice que fue por practicidad, pues históricamente el grito de Dolores fue antes del amanecer, por lo que conmemorarlo a esa hora no parecía muy viable.
Finalmente el día 16 quedaría indicado para la realización del desfile militar. Sin embargo vale la pena señalar que el día 27 de septiembre pero de 1821, es decir 11 años después de que comenzó la lucha independentista, Agustín de Iturbide entró a la ciudad de México a la cabeza del ejército trigarante, proclamando la consumación de la independencia, casi un mes antes habría firmado el acta de independencia del imperio mexicano junto con el virrey Juan O´Donojú.
El evento mencionado, sin lugar a dudas es igual de relevante que el día del grito de la independencia, por ello quizá debería considerarse en algún futuro próximo modificar la celebración y dejar la conmemoración del grito para el día 16 en la noche y para el día 27 dejar mejor el desfile militar.
Empero, no es septiembre únicamente el mes de la “independencia”, este mes representa algo más que la separación política de México con el estado español, es también el mes que conmemora la resistencia de México contra la invasión estadounidense (1846-1848), específicamente es cuando se libra la famosa batalla del castillo de Chapultepec, donde murieron en combate varios cadetes del heroico colegio militar.
Hay otros hechos menos difundidos y que no tienen que ver con la gesta de independencia pero que se sucedieron en el llamado mes patrio: el 23 de septiembre, pero del año 1965, se realizó el ataque al cuartel madera, acto ejecutado por un grupo de guerrilleros en Chihuahua que pretendían iniciar a una insurrección nacional contra el régimen, y que junto con las protestas del 68, fue un parte aguas que marcaría el inicio del periodo de la “guerra sucia”, un suceso de la historia de México que por cierto permanece en una discreción forzada y que debe abrirse al conocimiento de los mexicanos.
En el mes de septiembre se conmemora además el natalicio del insurgente José María Morelos y Pavón, uno de los personajes más importantes de la historia de México, quién continuó el levantamiento insurgente tras la muerte de Hidalgo, y redactaría Los sentimientos de la nación documento donde se expondrían las principales razones de la búsqueda de independencia, así como también promulgaría la Constitución de Apatzingán, que sería el primer referente jurídico para el estado mexicano. Morelos fue quizá el primer ideólogo concreto que tuvo el movimiento independentista, y hoy dada la situación compleja que atraviesa México valdría la pena reflexionar sobre los pensamientos de este jefe insurgente.
La propia situación actual, referente a los desastres naturales que han azotado al país los últimos días nos deben de servir para reflexionar la capacidad de reacción que tiene México, en especial porque también septiembre fue el mes del terremoto de 1985 que devastó la ciudad de México.
Vale señalar que el recuerdo tanto de las gestas independentistas como de eventos desafortunados, debe motivar a nuestra sociedad para repensar la idea de lo que es México. Si bien es cierto que en la cuestión jurídica México es un estado soberano con una forma de gobierno determinada por una constitución, para el consciente colectivo de su población es mucho más que eso, aunque paradójicamente ese “mucho más que eso” no se encuentra definido.
México no es el ideal de alguien, sino un ideal de muchas personas que fueron de una u otra forma aportando su visión para un proyecto de nación. Pero ahora el cuestionamiento que los mexicanos de esta turbulenta época debemos hacernos es ¿cuál es el ideal para el México de hoy y del futuro?
Es en ese ideal en el que la sociedad mexicana tiene que reflexionar en estas fechas patrias y no solo dedicarse a festejar sin entender bien la razón de las celebraciones. Decir ¡Viva México! No debe ser solo una expresión de fiesta, no debe ser una expresión que usan los oportunistas para justificar sus acciones, debe ser una expresión que signifique mucho más que un folclor cultural, debe ser una expresión que reafirme el compromiso de luchar por un ideal de una nación libre y justa.