Descubre cómo los tatuajes podrían estar relacionados con el cáncer linfoma bajo ciertas circunstancias.
Estados Unidos.-Hoy en día, los tatuajes se han popularizado como una forma de expresión individual, sin embargo estudios señalan relación con el linfoma, un tipo de cáncer, que comienza en las células del sistema linfático.
De acuerdo con una encuesta de Pew Research Center, cerca de un tercio de los adultos en Estados Unidos poseen al menos un tatuaje, y este número ha crecido significativamente en las últimas dos décadas, especialmente entre mujeres de 18 a 49 años.
Recientes investigaciones han puesto bajo la lupa una de las mayores preocupaciones sobre los tatuajes: su relación con el aumento del riesgo de desarrollar linfoma, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, crucial para la inmunidad.
Relación entre los tatuajes y el cáncer de linfoma
Cada año, se diagnostican alrededor de 90 mil nuevos casos de esta enfermedad en Estados Unidos, siendo una de las formas más comunes de cáncer. Los factores de riesgo incluyen la edad, ciertas infecciones, exposición a sustancias químicas y antecedentes familiares. Por esto, la posibilidad de que los tatuajes contribuyan a este peligro ha capturado la atención de la comunidad científica.
La tinta de los tatuajes contiene compuestos químicos, algunos de los cuales son considerados carcinógenos. Esto ha generado preocupaciones sobre una posible conexión entre los tatuajes y el linfoma, especialmente porque se ha encontrado que el pigmento de la tinta migra a los ganglios linfáticos poco después de tatuar, lo que podría afectar al sistema inmunológico.
Sin embargo, la evidencia actual aún es ambigua. Solo unos pocos estudios han explorado esta relación. El más reciente, publicado en mayo de 2024, involucró a 1398 personas con linfoma y 4193 sin la enfermedad.
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Los resultados indicaron que el riesgo de linfoma era un 21% mayor en personas tatuadas. Aunque este riesgo variaba con el tiempo, siendo más alto los primeros dos años y disminuyendo después, las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Esto sugiere que la conexión observada podría ser coincidencia y no necesariamente causal. Además, el aumento en la popularidad de los tatuajes no se ha correlacionado con un aumento en las tasas de linfoma, debilitando la teoría de un vínculo directo.
Aunque los estudios presentes no prueban definitivamente que los tatuajes causen linfoma, la investigación sigue siendo reciente y se necesitan más estudios concluyentes para establecer una conexión clara.
Mientras tanto, los tatuajes tienen otros riesgos de salud, como infecciones y reacciones alérgicas, aunque las complicaciones graves son poco comunes.