La devoción perdura con el retorno del Señor de Araró a Zinapécuaro, una tradición religiosa con siglos de historia.
Morelia, Michoacán.- Faltan 3 días para que los fieles católicos de Zinapécuaro encaminen sus pasos hacia la tenencia de Araró, a donde irán a recoger la imagen del Cristo que ahí tiene su santuario. Las familias del pueblo ya ultiman los detalles de la que es, la fiesta religiosa más grande del lugar.
Cientos de hilos adornados ya están listos o casi listos para engalanar las calles de Zinapécuaro por las que el Cristo de Araró recorre en andas. Las compras y pintura del aserrín, flores, hierbas aromáticas y todo tipo de artículos de ornato ya fueron hechas.
Pero lo más importante para las familias de Zinapécuaro es la fe que ponen en realizar cada uno de los adornos con los que recibirán al Señor de Araró. Para quienes son católicos, está es la fiesta más esperada, una tradición que, tras cientos de años sigue vigente y que solamente en tres ocasiones ha sido cancelada, dos de ellas en la historia reciente.
El andar del Señor de Araró desde su santuario a Zinapécuaro, data del 1824 pero el recorrido ha sufrido distintas modificaciones. Anteriormente trasladaban la imagen a Salvatierra y Acámbaro. Se creía que su peregrinar y el llegar a ciertas comunidades tanto de Guanajuato como de Michoacán, traería un buen temporal para los cultivos.
La primera vez que la celebración fue cancelada se debió -de acuerdo al cronista vitalicio de Zinapécuaro, Omar Tapia- a un castigo ejecutado por el párroco Juan Bautista Figueroa, quien consideró que los feligreses convirtieron la tradición religiosa en una feria. Las dos últimas veces que se canceló, fue la Arquidiócesis de Morelia la que tomó la decisión.
El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, suspendió el traslado de la imagen de Araró a Zinapécuaro durante los años 2020 y 2021, por la pandemia de Covid-19. En aquella ocasión, incluso se “tapó” la imagen en el Santuario de Araró, como muestra de respeto y solidaridad con los habitantes de la cabecera municipal, quienes por primera vez -en la historia reciente- no recibieron al Señor de Araró.
Celebración del Señor de Araró en Zinapécuaro
La fiesta religiosa dura tres días: inicia el miércoles previo a la Semana Santa, cuando los fieles católicos de la cabecera municipal de Zinapécuaro y de otras comunidades, van a Araró para llevarse la imagen en andas. El jueves, que recorre algunas de las calles del pueblo y descansa en la parroquia de la Santa Cruz.
El viernes nuevamente recorre calles en el pueblo, acude al panteón municipal donde se realiza una celebración eucarística y posteriormente retoma el camino hacia la parroquia de San Pedro y San Pablo, a la que regularmente llega la madrugada o mañana del sábado y donde descansa durante 50 días, hasta el Jueves de la Ascención.
Recientemente ha causado polémica entre los fieles católicos de Zinapécuaro, que la imagen que trasladan ya no es la original, sino una réplica a la que llaman “vicaria”. A decir de Garfias Merlos, “El Señor de Araró ya está muy lastimado” y podría sufrir mayores daños debido al largo recorrido y el clima.
Este año, la imagen del Señor de Araró llegará a Zinapécuaro la noche del próximo miércoles 20 de marzo.