Explorando la reforma de la Guardia Nacional: un cambio crucial para la seguridad en México.
Ciudad de México.-En un movimiento significativo que ha captado la atención de la sociedad mexicana, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el 5 de febrero de 2024 una ambiciosa iniciativa para reformar la Guardia Nacional.
Esta propuesta, que contempla la modificación de varios artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, busca transformar a la Guardia Nacional en una fuerza de seguridad pública profesional y permanente, en un contexto donde la seguridad y la protección de los derechos humanos son temas de creciente preocupación.
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El proceso legislativo para esta reforma ha avanzado rápidamente. La iniciativa fue turnada a la Cámara de Diputados y, tras un análisis en comisiones, fue aprobada en lo general el 22 de agosto de 2024. Este dictamen se construyó a partir de cuatro iniciativas que incluyeron aportaciones de distintos partidos políticos, lo que refleja un esfuerzo por construir un consenso en un tema tan crítico.
¿Qué expone la reforma de la Guardia Nacional impulsada por AMLO?
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es que la Guardia Nacional, compuesta en su mayoría por personal de origen militar, estará adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional. Esto ha generado un amplio debate en la sociedad, ya que se busca profesionalizar la fuerza de seguridad, otorgándole una formación más adecuada para el cumplimiento de su función. Además, la reforma propone que la Guardia Nacional se encargue de ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que será elaborada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que apunta a una mayor coordinación entre las diferentes instancias de seguridad.
Otro punto relevante es la dotación de fuero militar a los integrantes de la Guardia Nacional. Esto implica que, aunque los miembros podrán ser juzgados por tribunales civiles en casos de delitos y violaciones a derechos humanos, en general tendrán un estatus privilegiado en el ámbito judicial. Esta decisión ha sido objeto de críticas y defensas, y su implementación será un factor clave para determinar la efectividad de la reforma.
La iniciativa también establece que solo los mexicanos de nacimiento podrán servir en la Guardia Nacional, lo que excluye a personas extranjeras de ocupar cualquier cargo o comisión en tiempos de paz. Además, se limita la posibilidad de que los integrantes de la Guardia Nacional aspiran a un cargo de elección popular, debiendo estar fuera del servicio activo al menos seis meses antes de la elección.
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Por último, la reforma faculta al Senado de la República para ratificar los nombramientos de los mandos superiores de la Guardia Nacional, asegurando un control legislativo sobre estas decisiones. Asimismo, se homologa los derechos y prestaciones del personal de la Guardia Nacional con los de las Fuerzas Armadas, lo que puede mejorar las condiciones laborales de sus integrantes.
En conclusión: , la reforma a la Guardia Nacional propuesta por el presidente López Obrador es un intento por redefinir el papel de esta fuerza en el contexto de la seguridad pública en México. Con la aprobación inicial en la Cámara de Diputados y un claro enfoque en la profesionalización, el futuro de esta reforma dependerá de su implementación y de la capacidad de la Guardia Nacional para operar en un entorno donde la seguridad y el respeto a los derechos humanos deben ir de la mano. A medida que avanza el proceso legislativo, la sociedad estará atenta a los resultados de este esfuerzo, que busca no solo mejorar la seguridad, sino también restaurar la confianza en las instituciones.
Con información de Ordise Consultores