La Reforma Educativa emprendida por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y aprobada por los tres partidos de mayor arraigo en el país: Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), ha sido la declaración más fuerte de guerra de la autoridad hacia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Desde que fue aprobada por la Cámara de Diputados aquel 20 de diciembre de 2012, un día después por el senado y promulgada el 25 de febrero del 2013 en la Constitución Política de México, la lucha comenzó por parte de los profesores agremiados al magisterio en contra del gobierno federal.
Estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, se convirtieron con rapidez en un foco noticioso, pues la postura de oposición mostrada desde la dirigencia magisterial, derivó en el fracaso de una de las doce Reformas Estructurales emprendidas por Enrique Peña Nieto, desde el inicio de su administración.
Hasta el momento y a base de marchas, manifestaciones y plantones parece que la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) va ganando; sin embargo, el Estado insiste en echar a andar un esquema educacional que no termina por despegar en el país.
En muchas otras ocasiones el estado incluso se ha visto doblegado ante las acciones emprendidas por la disidencia magisterial, acciones que van desde la quema de vehículos tanto particulares como oficiales, hasta la retención de elementos policiacos y en algunas ocasiones funcionarios públicos.
Cabe destacar que la lucha la van ganando batalla tras batalla los sindicalizados, pues si bien en su momento las autoridades han realizado detenciones sobre los agremiados, éstos han salido de prisión y quedado en libertad sin problema alguno, pese a que las pruebas sean contundentes en su contra.
En los últimos días, cuando los profesores fueron citados para cumplir con la tercera evaluación docente, contemplada en la Reforma Educativa, éstos hicieron caso omiso al llamado, ante lo que el gobierno se vio obligado a suspender el proceso. “La autoridad federal en materia de educación es la encargada de suspender la evaluación, pues lo hizo porque en la pasada casi no fueron maestros” aseveró el secretario de gobierno de Michoacán, Adrián López Solís, en una entrevista concedida hace unos días.
Se habla de poca participación en la tercera evaluación docente, cuando de los dos mil 472 profesores que tenían que someterse a este proceso, se estima que tan sólo 18 mentores respondieron a los lineamientos que dicta la Reforma Educativa.
La situación fue la misma en la primera y segunda etapa de este proceso, pues en ambos casos el nivel de respuesta no fue más allá de un 35 por ciento, lo cual comprueba que la Reforma Educativa ha fracasado en Michoacán.
Pese a las constantes amenazas de las autoridades tanto federales como estatales, encaminadas a dar de baja a los maestros que no asistan a impartir clases con regularidad, cometan disturbios y no asistan a sus evaluaciones, estos persisten en su lucha, dejando a un lado las disposiciones contempladas en la desgastada Reforma Educativa.