El “Vicario de Cristo” también hizo votos para Siria, Yemen, África, Corea, Ucrania, Venezuela y Nicaragua, reconquisten la paz y la concordia
Ciudad del Vaticano.- “Que en esta Navidad redescubramos los nexos de fraternidad que nos unen como seres humanos y vinculan a todos los pueblos. Que haga posible que israelíes y palestinos retomen el diálogo y emprendan un camino de paz que ponga fin a un conflicto que ―desde hace más de setenta años― lacera la Tierra elegida por el Señor para mostrar su rostro de amor”.
Así lo pidió el Papa Francisco, quien durante su mensaje de Navidad 2018 y la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y el mundo), también fue enfático para pedir que el “Niño Jesús” permita a Siria volver a encontrar la fraternidad luego de tantos años de guerra y que la comunidad internacional se esfuerce para encontrar una solución política que deje de lado divisiones e interés creados para que el pueblo sirio viva nuevamente en paz.
“Pienso en Yemen, con la esperanza de que la tregua alcanzada por mediación de la comunidad internacional pueda aliviar finalmente a tantos niños y a las poblaciones, exhaustos por la guerra y el hambre. Pienso también en África, donde millones de personas están refugiadas o desplazadas y necesitan asistencia humanitaria y seguridad alimentaria. Que el divino Niño, Rey de la paz, acalle las armas y haga surgir un nuevo amanecer de fraternidad en todo el continente”.
Francisco, también hizo votos durante el mensaje de Navidad ofrecido desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro, para que en la península coreana se alcancen las soluciones que aseguren el desarrollo y bienestar de sus habitantes. “Que el Señor que nace dé consuelo a la amada Ucrania, ansiosa por reconquistar una paz duradera que tarda en llegar. Solo con la paz, respetuosa de los derechos de toda nación, el país puede recuperarse de los sufrimientos padecidos y restablecer condiciones dignas para los propios ciudadanos”.
Y no dejó fuera a Latinoamérica, al hacer mención a Venezuela, con el deseo de que encuentren la concordia y los venezolanos trabajen por el desarrollo del país ayudando a los sectores más débiles de la población. El Papa Francisco, también hizo referencia a Nicaragua, para que no prevalezcan las divisiones y las discordias y como en Venezuela, todos se esfuercen por la reconciliación y construir juntos el futuro del país.
“Deseo recordar a los pueblos que sufren las colonizaciones ideológicas, culturales y económicas viendo lacerada su libertad y su identidad, y que sufren por el hambre y la falta de servicios educativos y sanitarios. Dirijo un recuerdo particular a nuestros hermanos y hermanas que celebran la Natividad del Señor en contextos difíciles, por no decir hostiles, especialmente allí donde la comunidad cristiana es una minoría, a menudo vulnerable o no considerada”.
Finalmente, pidió por todos los niños del mundo, las personas frágiles, indefensas y relegadas. “Que el Señor les conceda ―a ellos y a todas las comunidades minoritarias― vivir en paz y que vean reconocidos sus propios derechos, sobre todo a la libertad religiosa. Que todos podamos recibir paz y consuelo por el nacimiento del Salvador y, sintiéndonos amados por el único Padre celestial, reencontrarnos y vivir como hermanos”.