Foto: Raúl Tinoco

Los tapetes florales, el olor a cempasúchil e interpretaciones musicales como “Amor eterno” y “Amigo organillero”, se conjuntaron en las celebraciones mortuorias que se llevaron a cabo en este Día de Muertos al interior del Panteón Municipal, ese recinto que cumple ya 121 años de albergar a aquellos que han trascendido a una vida espiritual.

Foto: Raúl Tinoco
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De rincón a rincón, el Panteón Municipal lució repleto de visitantes, quienes en familia o completamente solos, acudieron al recinto mortuorio más importante de la capital para recordar y acompañar a sus seres queridos en este Día de Muertos.

Foto: Raúl Tinoco
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Eran las ocho horas de este miércoles y las familias morelianas o provenientes de otros estados, ya ingresaban al campo santo de la capital. Los visitantes, llevaban consigo flores, comida, grabadoras y la propina que, algunos, ya tenían preparada para pagarle a las agrupaciones de mariachi y norteño que asistieron al Panteón Municipal para hacer resonar esas melodías que despiertan sentimientos de alegría y desdicha sobre quienes hemos perdido a un ser querido.

Foto: Raúl Tinoco
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“Los gastos no importan cuando uno viene en Día de Muertos a recordar a nuestros seres queridos; no importa porque lo que más desea uno es compartir nuestro tiempo con nuestros muertos”, dijo la señora Rosario González, quien mientras montaba modestos arreglos florales sobre la tumba de su madre, Guadalupe, compartió que desde hace 12 años acude sin falta a dedicarle el tradicional ritual del Día de Muertos a su ser querido.

Tal y como lo refirió la señora Rosario, los gastos en las celebraciones del Día de Muertos no parecen importar, pues pese a las complicaciones financieras que enfrentan los ciudadanos en la capital, la inversión ocupada entre flores, comida y música, llega a superar, en algún casos, hasta los mil pesos.

“Entre la comida, los refrescos y el norteño nos venimos gastando como 500 pesos, pero nos dividimos entre todos los familiares”, comentó la señora Lucero Flores, quien este 2 de noviembre acudió al cementerio de Morelia para recordar a su padre, el señor Javier.

Al interior del Panteón Municipal se aprecian todo tipo de emociones, pues mientras algunas personas asisten con total júbilo a recordar a sus difuntos, otros optan por acudir bajo un total desaliento, ese sentimiento que golpea aún más cuando la pérdida es reciente.

Ahí mismo, también se observan tumbas olvidadas, sin decoraciones ni la presencia de familiares, espacios que simplemente resultan intrascendentes para quienes algún día asistieron al panteón en el Día del Padre, el Día de las Madres o en este Día de Muertos.

Foto: Raúl Tinoco
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Esta situación despierta tristeza en la señora Esther González, quien desde hace casi una década, dijo, suele colocar flores sobre aquellas tumbas que parecen encontrarse abandonadas durante las celebraciones que engalanan a la cultura mexicana.

“Uno hace lo que puede, porque en lo personal me da tristeza ver tumbas olvidadas, y por eso cuando vengo ver a mi papá pues limpio algunas y les pongo unas cuantas flores, porque creo que es triste que nadie te recuerde”, comentó en entrevista.

En una acción de destacar, la señora Esther indicó que desde hace casi diez años (tiempo que lleva visitando a su ser querido) invierte cerca de 200 pesos en flores para colocarlas en las tumbas que simplemente han quedado en el olvido de sus familiares.

En contraste a ello, entre ruinas y maleza presentes en muchas lápidas, los familiares que acudieron al panteón depositaron flores en el último reposo de los restos de su ser querido. Algunos optaron por sentarse un rato bajo el solazo y platicar con la o el ausente. Otros, acudieron de entrada por salida.

Bajo esta tónica, con mariachis, flores y comida, cientos de morelianos tapizaron los pasillos del Panteón Municipal para recordar en este 2 de noviembre a aquellos seres queridos que han trascendido a una vida espiritual.

En familia, los morelianos degustaron diferentes platillos, esos que les hacen recordar a su ser querido. En el menú destacó el mole, las enchiladas típicas de Michoacán y las cornudas.

El acordeón y la guitarra del norteño entonaron –principalmente- la representativa canción de “Amor Eterno” compuesta por Juan Gabriel, pues para muchos revive momentos que alguna vez compartieron con quienes se adelantaron en el camino.

En un ambiente de júbilo pero también de zozobra por resentir una pérdida importante, las puertas del panteón se cerraran aproximadamente a las 21 horas y, una vez más, sus pasillos quedarán despoblados hasta que se vuelva a presentar una celebración que aumente la convocatoria de quienes asisten al cementerio de Morelia para recordar a sus seres queridos.


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