Morelia Michoacán.- Jugando a ser turistas, se enseña a apreciar, esto quedó mas que claro luego de una dinámica organizada por parte de la Secretaría de Turismo del Estado con los medios de comunicación, en la cual, se llevó a cabo un recorrido turístico por los monumentos más importantes del centro histórico de la ciudad, evidenciando el gran trabajo de la dependencia en cuanto a la capacidad de sus guías turísticos, los cuales se encuentran certificados y que los vuelve portavoces oficiales de la riqueza histórica y cultural de Morelia.
A través de un movimiento a nivel nacional titulado “Viajemos Todos por Michoacán”, se ha buscado evidenciar y dar a conocer la riqueza del Estado, la cual, cabe mencionar, le ha brindado el nombramiento de “Ciudad Patrimonio de la Humanidad” por parte de la UNESCO.
El 12 de diciembre de 1991, la UNESCO inscribió a Morelia en la lista del Patrimonio ya que su Centro Histórico la posiciona como la ciudad mexicana con más edificios catalogados como monumentos arquitectónicos de tal manera que visitarla ofrece la garantía de un recorrido enriquecedor por su valor histórico y arquitectónico amplio y variado.
Estos inmuebles se asientan sobre una suave loma de cantera que abarca 390 hectáreas distribuidas en 219 manzanas con 15 plazas que se convierten en remansos para el visitante, para el turista sediento de huellas históricas que permanecen hoy en día en dichos monumentos.
En búsqueda de que los medios de comunicación “supieran como es un recorrido turístico”, una guía turística comunicó que son 34 recorridos los que van hasta el día de hoy con 1,129 turistas en total siendo testigos de la grandeza cultural del la ciudad.
Partiendo con la explicación de la fundación de la ciudad, que se dio en 1541 con la evangelización de la zona de Pátzcuaro con Tata vasco tratando a los indígenas como humanos que son y logrando introducirlos en la sociedad, fue lo que les llevó a construir una ciudad de puros españoles en una loma; Tercera ciudad de Michoácan, Valladolid, Morelia.
El recorrido inició con la la historia de los primeros cimientos. La ciudad fue fundada por el Virrey Don Antonio de Mendoza el 18 de mayo de 1541, con el nombre original de “Nueva Ciudad de Michoacán”, que cambió a “Valladolid” en 1578. Pero desde 1828 se llama “Morelia” en honor a su hijo Don José María Morelos y Pavón, héroe de la Independencia de México.
La primera parada fue la Catedral de la ciudad, la razón del reconociendo de las tonalidades rosadas en la cantera, resaltando la belleza de esta “simpleza”, volviéndola una característica calificativa de la ciudad.
El Palacio de Gobierno y sus murales que gritan la historia a través de su arte, fueron la segunda parada antes de dirigirse a la Casa Natal de Morelos.
El Palacio Clavijero, el Colegio de San Nicholás, el Templo y Conservatorio de Las Rosas y el Cuadro Monumental del traslado de las monjas fueron los siguientes espacios de la ciudad visitados, que en conjunto, componen un gran valor por sus características formales de edificación, armonía volumétrica, calidad constructiva y unidad plástica en que se presentan los diferentes estilos arquitectónicos desarrollados a través de los siglos, lo que permito consolidad un estilo local, como elocuente testimonio para la historia arquitectónica de la nación.
Esta serie de piezas que edifican la grandeza de un Centro Histórico como el de Morelia, hacía casi imposible el hecho de que La Organización de las Naciones Unidas, no considerará a esta “Antigua Valladolid” como “un modelo único en América”, digno de ser nombrado Patrimonio de la Humanidad, y por ende merecedor de una admiración local, nacional y mundial.