España, Irlanda y Noruega se suman al reconocimiento de Palestina, marcando un simbolismo diplomático.
Europa.-Recientemente, España, Irlanda y Noruega han manifestado su decisión de reconocer oficialmente a Palestina como Estado. A pesar de que esta acción se desvía de la postura tradicional occidental, que postula que el estatus de Estado para Palestina debe surgir de diálogos con Israel, analistas diplomáticos consideran que su efecto inmediato será limitado.
James Landale, corresponsal diplomático de la BBC, describe la medida como principalmente simbólica. Sugiere que debería allanar el camino para futuras relaciones diplomáticas, aunque por ahora, el reconocimiento ha sido principalmente un esfuerzo por influenciar el curso del conflicto palestino-israelí.
En el ámbito internacional, el reconocimiento de un Estado implica la aceptación de que un territorio satisface los criterios de Estado según el derecho internacional.
“Las declaraciones de los líderes de Irlanda y España se centraron en la necesidad de paz en Gaza y no en la importancia de una solución de dos estados”, argumenta el periodista Mpoke Bigg, indicando que las acciones de estos países son insuficientes para establecer a Palestina como un Estado independiente.
Actualmente, no hay planes para establecer embajadas o consulados, lo que representaría un cambio diplomático significativo para Palestina.
Según fuentes palestinas, más de 142 de los 193 miembros de las Naciones Unidas ya reconocen a Palestina como Estado.
Este reconocimiento ha venido principalmente de naciones de Oriente Medio, África y Asia, haciendo que el apoyo europeo parezca más significativo en el contexto global. No obstante, el proceso ha sido gradual, comenzando con la primera intifada en 1988, cuando Yasser Arafat declaró un Estado independiente con Jerusalén como su capital.
Desde ese momento, ha habido varias olas de reconocimiento internacional. Inicialmente en 1988, países como India, Turquía y la mayoría de los estados africanos apoyaron la proclamación de Palestina.
Más tarde, en 2010, en respuesta a la decisión de Israel de reanudar la construcción de asentamientos en Cisjordania, varias naciones americanas reconocieron a Palestina como Estado, incluyendo a Argentina, Brasil y Chile. Paralelamente, los palestinos iniciaron una campaña para unirse a la ONU.
En 2011, Palestina logró el estatus de observador en la ONU, lo que le permite asistir a las sesiones de la Asamblea General pero sin derecho a voto. También se unió a la Corte Internacional de Justicia, la cual recientemente emitió una orden de arresto contra Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.
Así, se puede argumentar que el nuevo reconocimiento europeo busca influir en el conflicto bélico. En 2024, una serie de países latinoamericanos también reconocieron a Palestina como Estado.
Sin embargo, este movimiento no ha impactado significativamente en un consenso global, ya que potencias como Estados Unidos, Francia y el Reino Unido aún no otorgan dicho reconocimiento a Palestina.