Joven detalla sobre reclutamiento forzado de adolescentes del CJNG
Menor reclutado por el CJNG / Foto: Captura de Video

El reclutamiento forzado de adolescentes por el CJNG es una cruda realidad, un joven sobreviviente comparte su experiencia y advierte sobre el peligro.

Morelia, Michoacán.- A sus quince años, fue reclutado a la fuerza por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), entrenado con golpes y miedo, y ahora lanza un mensaje sobre el reclutamiento de adolescentes: “La verdad se tumben el rollo, no vengan para…, esto está pelado”, señala el menor de edad sobreviviente que brindó su testimonio y que, por seguridad, omitiremos su nombre.

En entrevista con Contramuro, y aunque su voz todavía guarda el tono de un adolescente, sus palabras están cargadas con la dureza de quien ha visto demasiado.

El joven, originario de Guadalajara, fue parte de un grupo de menores reclutados a la fuerza por el crimen organizado.

Su relato es una radiografía de las entrañas del reclutamiento forzado y el adiestramiento violento que padecen los niños y adolescentes en las filas del narcotráfico.

“Fui reclutado por el Cártel Jalisco Nueva Generación. Fuimos reclutados entre un grupo de jóvenes”, relata.

La primera escala fue una “casa como de seguridad”, desde donde fueron trasladados a un punto al que se refiere como “una diestra”, probablemente un campamento clandestino de entrenamiento.

Allí comenzaron las sesiones de instrucción militar, envueltas en violencia extrema: “Nos enseñaron a armar, desarmar, todo, pero con maltratos, tablizas, golpes”.

adolescente reclutado por el CJNG que sobrevivió a campamentos de adiestramiento
Integrantes del CJNG / Foto: El País

El lugar, lejos de parecer un centro de formación, era una extensión del terror, pues reveló que “eran campamentos de lonas, árboles, acostados todos en el suelo, sin cobijas, sin nada. Así como vestías, así dormías”.

Las jornadas eran extenuantes, ya que señaló: “Te levantaban en la mañanita, listo para ir a entrenar, desarmar y disparar”.

Pero el entrenamiento físico era apenas una parte del horror. “No, todos fueron golpeados, todos fueron golpeados”, insiste.

Uno de los recuerdos más oscuros del menor está ligado a la muerte, pues reveló: “Escuché que habían matado a gente ahí, tenían un árbol donde los amarraban y los mataban ahí”.

A él, como al resto, lo dividieron en pequeños grupos: “Fuimos varios de tres, de a dos, de a cuatro, de a dos”, mezclado con personas que ya tenían más tiempo en los campamentos, y agrega: “Y la verdad, pues varios creo que sí murieron, otros no, otros estamos vivos”.

El testimonio del joven no solo revela la crueldad del CJNG, sino también la profunda vulnerabilidad en la que se encuentran cientos de adolescentes en regiones controladas por los grupos del crimen organizado.

Su voz, aunque anónima, es testimonio y advertencia de un país donde la niñez es presa fácil para el crimen organizado, y aunque él logró salir, no todos corren la misma suerte.