Morelia, Michoacán.- A pesar de que el denominado Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL) hizo del conocimiento público el pasado 01 de junio, que la obra del Ramal Camelinas afecta los vestigios del Acueducto de Morelia, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en voz de su delegado en Michoacán, Jasinto Robles Camacho, confirmó que no es así.
Este tema ya lo había referido el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Florentino Coalla Pulido, quien señaló que se han atendido todos los protocolos de actuación para no hacerlo, toda vez que se cubrieron y realizaron todos los estudios en coordinación con el INAH, instituto que sugirió algunas mezclas especiales para la zona.
Ante medios de comunicación, Robles Camacho fue enfático en que las trazas del Acueducto ya no existen, por lo que no existe tal daño. “Lo que tenemos de vestigios del Acueducto son únicamente segmentos en algunas casas particulares; pero no propiamente que estén a cargo del INAH. Las trazas de las que habla esta asociación ya no existen”, reiteró al momento de decir que tampoco desaparecieron por la obra del Ramal Camelinas, si no por el propio crecimiento de la ciudad desde hace años.
“En toda la parte del libramiento hicimos un recorrido completo de toda esta parte y no se encontró ningún daño a los sitios y vestigios arqueológicos. Hemos sido muy cuidadosos en ese tema y lo hacemos en coordinación con las autoridades encargadas de la construcción de las obras, no solo del Ramal, si no de cualquiera que sea de gran calado”, explicó.
En ese tenor, se dio a conocer que con la construcción de la autopista Cuitzeo – Pátzcuaro, se encontraron más de 80 sitios arqueológicos y en diversas ocasiones se tuvo que desviar la carretera para no dañarlos. “Es decir, si hay algún sitio pues con la pena pero hay que desviar, tenemos el cuidado necesario y no se permiten construcciones si se descubren nuevos elementos arqueológicos”, detalló Ramiro Aguayo Haro, investigador del INAH.